La Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó la noche del miércoles 11 de enero la décima prórroga por 30 días del régimen de excepción, a solicitud del gobierno del presidente Nayib Bukele, quien sistiene que esta medida es una de las herramientas más efectivas para combatir a los pandilleros y contener la violencia, pero diputados opositores votaron en contra o se abstuvieron mientras organismos de derechos humanos sostienen que es un instrumento con el que se violentan las garantías constitucionales de muchos ciudadanos.
Con 67 votos a favor fue aprobada la extensión. En la votación hubo 10 abstenciones y 6 en contra.
Las autoridades de Seguridad Pública llevaron temprano el miércoles la solicitud al presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, y esta pasó al pleno. Previo a la aprobación diputados oficialistas anunciaron que la apoyarían.
“62 mil terroristas ya no están en las calles haciéndole daño a nuestras comunidades, pequeños empresarios, juventud, niños”, dijo Castro al referirse a “los beneficios” del régimen de excepción.
El régimen de excepción está vigente desde el 27 de marzo pasado, tras un fin de semana que dejó 87 asesinatos, en una jornada de violencia de parte de las pandillas.
Este permite arrestos sin orden judicial, restringe la libertad de asociación, el derecho a la defensa y la detención preventiva es extendida de 3 a 15 días.
Poco después de la aprobación de la prórroga, el gobierno anunciaba “otro día con cero homicidios”, refiriéndose al miércoles.
El 2022 cerró con una disminución de un 60% de homicidios, en comparación a 2021.
El gobierno insiste en que la población honrada nada debe temer, pues la medida extraordinaria está dirigida a golpear a los delincuentes.