La temporada de huracanes del Atlántico será “extremadamente activa” en 2024, según las proyecciones elaboradas por los meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
En su reporte, los expertos del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU explican que hay alta probabilidad de que las condiciones actuales del fenómeno climático de El Niño pasen a La Niña este verano, lo que generará condiciones de “vientos favorables” para la formación de huracanes.
Para 2024, la CSU pronostica 23 tormentas con nombre -por encima del promedio histórico entre 1991 y 2000-, que generarán 115 días de lluvias.
Además, se pronostican 11 huracanes, con 45 días. De estos, se espera que cinco se conviertan a intensidad mayor, con vientos a partir de 178 kilómetros por hora.
Los expertos agregan que las temperaturas de la superficie del mar Atlántico oriental y central se encuentran en “niveles cálidos récords”, que se mantendrán por encima del promedio durante la próxima temporada de huracanes.
“Anticipamos una probabilidad muy superior al promedio de que grandes huracanes lleguen a tierra a lo largo de la costa continental de los Estados Unidos y en el Caribe”, señalan en el reporte.
Después de un episodio de El Niño con altas temperaturas, el Centro de Predicciones Climáticas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) pronostica que el fenómeno de La Niña se forme a partir de junio y agosto, asociado con más frecuencia de lluvias.
En 2023, la temporada de huracanes del Atlántico finalizó con 20 tormentas con nombre, de las cuales siete se convirtieron en huracanes, la cuarta cifra más alta desde 1950.
Entre los huracanes más letales estuvo Idalia, que afectó la costa de Florida y el Golfo de México, así como Ophelia que afectó la costa de Estados Unidos. También estuvo Otis, que devastó Acapulco, en México.