La cacería de conductores ebrios continuó la noche del viernes y la madrugada de este sábado en El Salvador y las autoridades reportaron el arresto de 23 personas en la tranquila ciudad de Santa Ana, a 65 kilómetros al oeste de la capital.
Los controles antidopaje de tránsito son habituales en la capital y su periferia, pero no en ciudades del interior del país.
De acuerdo al reporte policial, 20 conductores dieron resultados positivos en la prueba del alcoholímetro y 3 rechazaron someterse a la medición, lo que según la ley es considerado como “una aceptación de ebriedad”, por lo que el involucrado es detenido.
#ControlesVMT | Alejandra Hernández conducía su vehículo con 108 miligramos por decilitro de alcohol. Las autoridades procedieron a su detención. #SecretaríaDePrensa pic.twitter.com/BCt5WztNqg
— Secretaría de Prensa de la Presidencia (@SecPrensaSV) November 11, 2023
Esto es “un cerco antidopaje en la zona occidental de nuestro país. Es parte de las estrategias que la institución está impulsando”, dijo el director de Tránsito Terrestre, Alfredo Alvayero.
Entre los detenidos hubo conductores que tenían casi el triple de alcohol en su organismo del límite máximo permitido para manejar.
Los arrestos de los conductores temerarios son publicados en redes sociales por las autoridades, como parte del escarmiento moral.
De acuerdo al Reglamento de Tránsito, un conductor que es sorprendido con 50 grados de alcohol y hasta 100, es multado; si el resultado es superior, queda bajo arresto, le imponen multa y le decomisan su vehículo.
La conducción temeraria puede ser penada hasta con 6 años de cárcel en El Salvador.