La sociedad panameña deberá esperar 30 días a partir de este 4 de julio, para conocer el veredicto del juicio por presunto blanqueo de capitales contra la firma
Mossack Fonseca.
Baloísa Marquínez, magistrada a cargo del caso, tomó el plazo de 30 días hábiles que dicta la ley panameña para dictar veredicto, para la emisión de la sentencia.
La firma enjuiciada fue protagonista en 2016 del escándalo internacional de corrupción denominado “Los papeles de Panamá”.
El juicio inició el pasado 26 de junio en un tribunal en Ciudad de Panamá por presunto blanqueo de capitales, acusados por la Fiscalía.
El citado despacho ya había sido juzgado en 2018 por corrupción y sus oficinas clausuradas por las mismas razones.
La fiscal a cargo pide 12 años de prisión contra Jürgen Mossack y Ramón Fonseca, socios de la firma, por presuntamente ocultar activos vinculados al caso “Lava
Jato”, cuyas raíces iniciaron en Brasil.
Es importante destacar que el caso Lava Jato se originó en Brasil y se centró principalmente en la corrupción en relación con empresas de construcción y políticos brasileños, que daban sobornos a funcionarios de otros países y empresas a cambio de que les autorizaran contratos en obras públicas entre 2005 y 2014.
Mossack Fonseca es una firma de abogados especializada en servicios offshore y de incorporación de empresas en Panamá.
Ganó notoriedad a nivel mundial en 2016 cuando se filtraron los llamados “Papeles de Panamá”, que eran millones de documentos internos de la firma revelados por un consorcio de periodistas de investigación.
Los “Papeles de Panamá” revelaron la utilización de estructuras offshore y compañías fantasma para evadir impuestos y ocultar activos de personas y
empresas en todo el mundo.
Los imputados niegan las acusaciones y alegan inocencia: “No soy responsable de un delito, pero sí me considero responsable de haber provisto empleo para unas 650 familias entre Panamá y oficinas en el extranjero"”, declaró Mossack en la
conclusión de la audiencia.
Según su declaración, su firma constituyó unas 250,000 sociedades, de las cuales muy pocas pudieron haber sido utilizadas por fines no lícitos por algunos clientes
finales.
“Todas las sociedades que hemos constituido a través de estos años han sido para fines lícitos”, remarcó Mossack.
La Fiscalía sostiene que Mossack y Fonseca “prestaron su colaboración sabiendo que existían indicios” sobre la participación “en actividades ilícitas” de los acusados en Brasil por el caso “Lava Jato” para evadir impuestos o blanquear capitales.