Panamá recuerda este viernes uno de los capítulos más oscuros y sangrientos de su historia, la invasión de Estados Unidos de diciembre de 1989 para derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega, en medio de recuerdos de miedo y muchas heridas que a pesar del tiempo no han sanado.
Aquel diciembre sangriento dejó un número todavía incierto de víctimas.
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— Historia Invasion de Panamá 1989 (@invasionpa) October 19, 2022
Estados Unidos desplegó 26,000 soldados, empleando armamento de última generación para capturar a Noriega, quien finalmente se entregó el 3 de enero de 1990. Sin embargo, los daños colaterales fueron devastadores.
Documentos desclasificados en 2019 mencionan cifras oficiales de 202 civiles y 314 militares muertos, pero fuentes extraoficiales estiman entre 500 y 4,000 civiles fallecidos.
Familias continúan buscando a sus desaparecidos, muchos de los cuales se perdieron en el caos de los bombardeos, especialmente en barrios como El Chorrillo, arrasado por las llamas.
Para muchos, aquello es imposible de olvidar o permanecer indiferentes.