Un grupo de organizaciones internacionales y regionales defensoras de la libertad de prensa denunció este martes el creciente deterioro del periodismo independiente en El Salvador, donde al menos 40 periodistas se han visto forzados al exilio por amenazas, vigilancia y hostigamiento.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) documentó estos casos como parte de un patrón sostenido de intimidación, especialmente contra reporteros que han investigado corrupción, abusos de poder y falta de transparencia. La situación se agrava con la reciente aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros, considerada una amenaza directa al ejercicio periodístico y al trabajo de organizaciones independientes, de acuerdo a la denuncia.
“El país vive una crisis profunda de libertad de expresión. El clima de temor ya afecta incluso a las familias de periodistas exiliados”, señala el comunicado, respaldado por más de 15 organizaciones internacionales, entre ellas Reporteros sin Fronteras (RSF), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).
🔴📣 COMUNICADO CONJUNTO | Grave preocupación internacional por el creciente deterioro de la libertad de prensa en #ElSalvador.
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— SIP • IAPA (@sip_oficial) June 18, 2025
Los denunciantes exigen al gobierno salvadoreño detener de inmediato cualquier forma de persecución o vigilancia contra periodistas y defensores de derechos humanos. También piden una aclaración pública sobre las supuestas listas de vigilancia y órdenes de captura filtradas en los últimos meses.
Además de los periodistas, las organizaciones alertan que también voces críticas en el ámbito de los derechos humanos han abandonado el país por temor a represalias.
“La comunidad internacional está observando de cerca esta situación y exige respeto irrestricto a la libertad de prensa en El Salvador”, recalca el comunicado. Las organizaciones firmantes subrayan que la democracia exige condiciones para el libre ejercicio del periodismo y llaman al gobierno a garantizar el retorno seguro de los profesionales desplazados.
Esta es, según diversas misiones internacionales, la etapa más oscura para la prensa salvadoreña desde el fin del conflicto armado en 1992.