Motines en cárceles de Guatemala deja guardias rehenes; ministro de Gobernación descarta negociar con pandillas

andillas retienen a 6 guardias y un director de centro penitenciario durante motines en la zona 18 y Fraijanes II. El ministro Francisco Jiménez afirma que no habrá concesiones.

Centro de Detención Preventiva en Guatemala.

El Ministerio de Gobernación de Guatemala confirmó que 6 guardias del Sistema Penitenciario y un director de centro carcelario fueron tomados como rehenes durante motines simultáneos en el Sector 11 del Preventivo para Varones de la zona 18 y en la cárcel Fraijanes II.

El ministro Francisco Jiménez señaló que las acciones fueron coordinadas por pandillas para exigir el traslado de sus líderes, actualmente recluidos en el centro de máxima seguridad Renovación 1, hacia cárceles donde antes ejercían control criminal.

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Jiménez explicó que los líderes pandilleros fueron trasladados a Renovación 1 hace menos de 2 semanas. En el nuevo centro intentaron corromper a guardias, pero se activaron controles estrictos que incluyeron celdas separadas, mayor seguridad perimetral, uso obligatorio de uniforme, restricciones en las visitas y prohibición de recibir encomiendas.

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Estas disposiciones provocaron el descontento de los internos, que iniciaron los motines como medida de presión. “El Estado de Guatemala no se doblegará. Lo más fácil sería negociar, como en administraciones anteriores, y eso no va a pasar”, aseguró el ministro.

Posible escalada de violencia

Jiménez no descartó que las pandillas intenten nuevos disturbios. “No voy a dar detalles de los operativos para no alertarlos, pero tenemos varias opciones. El Ejecutivo no dará marcha atrás y necesitamos que el Congreso apoye con reformas al Sistema Penitenciario”, subrayó.

El titular de Gobernación recalcó que la seguridad ciudadana está por encima de cualquier amenaza. “Estamos confrontando a las maras y pandillas con una dimensión que antes no se había hecho. No podemos permitir que el Estado esté de rodillas”, afirmó.

Las autoridades mantienen control reforzado en los centros penitenciarios y coordinación con agencias internacionales, incluidas de Estados Unidos, para prevenir nuevos actos violentos.

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