El influencer japonés Shin Fujiyama compró dos autobuses con los que pretende movilizar a su equipo de trabajo por Honduras y cumplir su objetivo: la construcción de 1,000 escuelas.
Fujiyama lleva construidos 63 centros educativos y con los dos buses pretende que las cosas se les faciliten.
“Anuncio importante: ¡Hemos comprado dos nuevos autobuses! Gracias al arduo trabajo de nuestro personal y voluntarios, hemos obtenido dos autobuses escolares pintados a medida que nos servirán en los años venideros. Desde viajes de voluntariado hasta actividades del Hogar de Niños, nuestros autobuses son extremadamente importantes para las operaciones de la organización. Y ahora, con nuestra misión pintada, nuestros autobuses pueden recordar a las comunidades sobre nuestro compromiso continuo de construir la educación en Honduras”, anunció Shin.
El joven de 39 años y nacido en Kanagawa, Japón, vivió parte de su infancia en Brasil y luego estudió en la Universidad de Mary Washington, en Virginia. Fue en un viaje universitario que conoció Honduras y después decidió ayudar al país.
En las escuelas que ha construido, los niños reciben clases de inglés porque, considera el influencer, ese idioma les ayudará en el futuro a abrirse más puertas.
Al menos 7,000 personas se han inscrito como voluntarios para colaborar con Shin y su obra en Estudiantes ayudando a Honduras, una fundación en la que también está su hermana, Cosme, y ha invertido más de $5 millones para la construcción de centros escolares.
Fujiyama recibió en 2022 la Medalla de Honor del Congreso Nacional, en reconocimiento al apoyo que brinda a los hondureños.
Shin, quien tiene su canal en YouTube en el que cuenta cómo transcurren su días en Honduras, tiene nacionalidad estadounidense pero vive en El Progreso, ciudad cercana a San Pedro Sula.
Hace una semana, el influencer dinalizó la construcción de la escuela @Buen Samaritano”, en La Lima, Cortés. Esta resultó dañada por tormentas tropicales.
“Logramos terminar la construcción de la escuela número 63 en Honduras”, dijo el filántropo.
“Yo tengo 39 años, no importa si voy a llegar sin bastón, con canas, sin dientes, viejito, pero vamos a llegar a inaugurar la escuela número mil”, sostuvo.