Una investigación periodística sacó a la luz las deficiencias estructurales de tres centros de salud que tienen condiciones que ponen en riesgo a cientos de guatemaltecos que se atienden ahí.
El hospital de Amatitlán fue declarado inhabitable tras los sismos registrados en julio. Un ingeniero estructural determinó que la combinación de antigüedad, deficiente mantenimiento y mala calidad de construcción lo hacen inseguro. Actualmente, pacientes han sido trasladados a hospitales cercanos, mientras Salud habilita módulos prefabricados para la atención temporal.
En Huehuetenango, el hospital de San Pedro Necta continúa funcionando en instalación improvisadas de una iglesia católica, pese a no ser aptas para brindar un servicio médico adecuado. Según trabajadores a los que tuvo acceso La Hora, las paredes, techos y pisos presentan daños severos que ponen en peligro tanto a los pacientes como al personal de salud.
En tanto, el hospital San Benito, en Petén, también presenta un deterioro avanzado. Un informe de la Coordinadora Nacional para Reducción de Desastres (Conred) indicó que la estructura, con más de 35 años de uso, tiene alto grado de vulnerabilidad.
Las autoridades señalaron que la edificación en Petén fue diseñada para 80 pacientes, pero actualmente recibe a más de 150, lo que incrementa la presión sobre sus instalaciones.
Promesas incumplidas y corrupción
El expresidente Alejandro Giammattei prometió construir nuevos hospitales en San Pedro Necta y San Benito, pero los proyectos nunca se concluyeron. Investigaciones revelan que se desembolsaron millones de quetzales a constructoras pese a que las obras fueron abandonadas. En algunos casos, incluso se pagó supervisores de proyectos sin que existiera avance físico en las edificaciones.
El analista independiente Marvin Flores explicó que la corrupción en Guatemala no solo afecta las finanzas públicas, sino que pone en riesgo vidas humanas: “La corrupción literalmente mata. Un terremoto en estas condiciones sería desastroso para el país”, advirtió.
Actualmente, el Ministerio Público investiga a exfuncionarios y empresas vinculadas a estos contratos por presunto fraude. Entre las irregularidades detectadas figuran cortes mal hechos en terrenos, estructuras incompletas y la falta de pago a proveedores.
Estas anomalías dejaron a comunidades enteras sin acceso a hospitales seguros y en condiciones de alta vulnerabilidad.
Un informe del Ministerio de Salud Pública reveló que, de los 48 hospitales del país, al menos diez tienen un nivel de vulnerabilidad más alto frente a los sismos. Siete de ellos, además, corren riesgo de inundaciones. Esto confirma que los problemas no se limitan a los casos de Amatitlán, San Pedro Necta y San Benito, sino que afecta al sistema hospitalario en general.