Estudio alerta que el calentamiento global hará más frecuentes las interrupciones en el Canal de Panamá

Investigadores advierten que, sin adaptación o reducción de emisiones, el tránsito por esta vía clave para el comercio global será cada vez más difícil.

Las esclusas de Gatún en el Canal de Panamá.

Las operaciones del Canal de Panamá enfrentan crecientes riesgos por el calentamiento global, que amenaza con reducir de forma crítica los niveles de agua del lago Gatún, el principal embalse que permite el funcionamiento de las esclusas. Así lo concluye un estudio dirigido por el científico Samuel Muñoz, profesor de la Universidad de Northeastern en Massachusetts, Estados Unidos.

El Canal, que conecta el Atlántico con el Pacífico, depende del agua dulce del lago para permitir el paso de unos 14,000 barcos al año. Sin embargo, el aumento de las temperaturas globales y la disminución de las lluvias ya están impactando su funcionamiento. En 2023 y 2024, las autoridades se vieron obligadas a reducir tanto el número como el peso de los barcos que cruzan por la vía, debido a sequías extremas.

“Cada vez que un barco pasa por el canal se necesita una gran cantidad de agua para llenar las esclusas. Cuando hay sequía, la única opción es reducir el tránsito”, explicó Muñoz, quien también es experto en ingeniería civil y ambiental.

Más emisiones, menos agua

A través de 27 modelos climáticos y distintos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, el estudio proyectó los niveles del lago Gatún hasta finales del siglo XXI. El hallazgo clave: en escenarios de altas emisiones, las condiciones de agua baja se volverán comunes y más graves que en la actualidad.

“Observamos que, cuando no se mitigan las emisiones, disminuye significativamente la lluvia y aumenta la evaporación. Eso reduce los niveles del lago de forma alarmante. En cambio, si se mitigan las emisiones, los cambios son menores y más estables”, detalló Muñoz.

El trabajo, publicado en la revista Geophysical Research Letters, indica que sin medidas de adaptación o mitigación, el Canal enfrentará desafíos operativos recurrentes. Los modelos también advierten que, aunque hay incertidumbre debido a fenómenos como El Niño, el patrón general apunta a condiciones más secas para Panamá.

La sequía de 2023 provocó que decenas de barcos tuvieran que esperar a cruzar la ruta entre los dos oceános.

Nuevo embalse y desplazamientos

En respuesta, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) proyecta construir un nuevo embalse en la región occidental, conocido como proyecto Río Indio, con una inversión estimada de $1,600 millones. Esta obra busca aumentar la capacidad de almacenamiento de agua y garantizar la operación del canal en periodos de sequía severa.

No obstante, el proyecto también generará impactos sociales: se prevé el desplazamiento de miles de personas.

“Los costos de estas medidas de adaptación no solo recaerán en las comunidades locales, sino también en los beneficiarios del comercio global”, subrayó el informe.

El canal, además de servir al comercio marítimo —incluyendo el 40 % de los portacontenedores de Estados Unidos—, provee agua potable a la Ciudad de Panamá y energía hidroeléctrica al país.

“Este es un ejemplo claro de infraestructura crítica diseñada bajo un clima del siglo XX que necesita ser modificada para operar en el siglo XXI. Sin adaptación o reducción de emisiones, los problemas de bajo nivel de agua solo empeorarán”, concluyó Muñoz.

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