Los restos del sacerdote hispano-salvadoreño José María Tojeira, conocido por muchos como el padre Chema, llegaron a El Salvador el martes, para recibir honras fúnebres.
El jesuita será sepultado en la capilla Jesucristo Liberador de la Universidad Centroamericana (UCA), donde descansan los religiosos asesinados en 1989 en plena guerra civil.
Tojeira, quien falleció el pasado viernes en Ciudad de Guatemala, fue trasladado primero a la parroquia El Carmen, en Santa Tecla.
Allí permanece en velación, acompañado por decenas de feligreses que acudieron a despedirse del sacerdote, recordado por su compromiso con las causas sociales y la defensa de los derechos humanos.
Según lo programado, esta noche el féretro será trasladado al Polideportivo de la UCA. Mañana jueves se celebrará una misa de cuerpo presente antes de su entierro en la capilla universitaria, donde se encuentran los restos de los 6 jesuitas y 2 colaboradoras asesinadas por militares en noviembre de 1989.
#PadreTojeira| El padre Rodolfo Cardenal dirigió el responso, reflexionando sobre el legado del padre Tojeira. pic.twitter.com/f7hoqIkwAh
— Radio YSUCA 91.7 FM (@ysuca91siete) September 10, 2025
Salvadoreño de corazón
Originario de Vigo, España, y nacionalizado salvadoreño, Tojeira llegó a Centroamérica en 1969. En 1985 se estableció en El Salvador y poco después fue nombrado provincial de los jesuitas.
Tras la masacre de la UCA, se convirtió en una de las voces más firmes en la búsqueda de justicia y en crítico de las violaciones a derechos humanos cometidas por distintos gobiernos en la región.
Hoy, la comunidad jesuita y cientos de salvadoreños lo recuerdan como un hombre que dedicó su vida a la fe, la justicia y la memoria histórica. Su entierro junto a los mártires de la UCA refuerza su papel como testigo y defensor de las víctimas de la guerra civil.