El alcalde de Panamá libra una cruzada contra los “bien cuidados” en las calles de la capital

Con operativos sorpresa, advertencias públicas y presión sobre el sistema judicial, el alcalde Mayer Mizrachi intensifica su ofensiva para recuperar el control de las calles capitalinas y proteger a los conductores de prácticas intimidatorias de sujetos que obligan a conductores a pagarles por vigilarles sus vehículos en espacios públicos.

Agentes de la municipalidad de Panamá detienes a "bien cuidados", quienes "extorsionan" a conductores a cambio de dejarles estacionar sus vehículos en la vía pública de la ciudad.

El alcalde del distrito capitalino, Mayer Mizrachi, ha declarado una guerra abierta contra los llamados “bien cuidados”, personas que cobran de manera ilegal por vigilar autos estacionados en la vía pública, una práctica que se ha convertido en fuente de extorsión e intimidación para los conductores en la ciudad de Panamá.

En una ofensiva que combina operativos policiales, presión institucional y mensajes directos a través de redes sociales, Mizrachi busca erradicar una figura que ha proliferado por años en sectores concurridos como el Casco Antiguo, Atlapa o el Estadio Rommel Fernández.

“Anoche el área de Casco estuvo despejada por completo de bien cuidados”, afirmó el alcalde en su cuenta de X (antes Twitter), el 13 de junio. “La policía municipal seguirá presente hasta que el área esté dominada y los ciudadanos se sientan seguros”.

Operativos, sanciones y advertencias

Desde agosto de 2024, la administración de Mizrachi ha intensificado los operativos sorpresa con apoyo de la Policía Municipal. En solo dos fines de semana del mes de agosto de ese año, 55 “bien cuidados” fueron removidos o sancionados. Las acciones se han mantenido y se han ampliado a otras zonas conflictivas durante eventos masivos, como conciertos y partidos de fútbol.

Bajo el Acuerdo Municipal N.º 14 de 2017, cobrar por estacionamiento en espacios públicos sin autorización es considerado una falta administrativa. Las sanciones contemplan multas de entre 300 y 1,000 dólares o hasta 90 días de trabajo comunitario. En uno de los operativos recientes, cinco personas fueron llevadas ante un juez de paz, quien les impuso 10 días de trabajo comunitario.

Choque con el sistema judicial

Sin embargo, Mizrachi ha denunciado obstáculos en el camino: la liberación de detenidos sin que se apliquen las sanciones correspondientes. “Estimados jueces de paz, los acuerdos municipales tienen fuerza de LEY en el distrito. Hagan su trabajo que estamos haciendo el nuestro”, escribió el alcalde en tono enérgico tras un operativo frustrado en mayo de 2025.

Estas liberaciones, afirma Mizrachi, solo fomentan la impunidad y debilitan los esfuerzos por recuperar los espacios públicos para los ciudadanos.

Seguridad ante todo

Más allá de una cuestión administrativa, el alcalde plantea esta lucha como un tema de seguridad ciudadana. Los “bien cuidados” —dice— generan un ambiente de intimidación, donde muchos conductores se sienten obligados a pagar para evitar daños a sus vehículos o confrontaciones.

Por ello, ha pedido a la Policía Nacional mantener presencia activa de jueves a domingo, especialmente en zonas con alta afluencia nocturna. “Estamos comprometidos con que la gente pueda salir, parquear y disfrutar de su ciudad sin miedo”, expresó.

Una cruzada en marcha

A pesar de los desafíos judiciales, la ofensiva del alcalde Mizrachi ha generado una mezcla de apoyo ciudadano y resistencia en algunos sectores. Mientras tanto, los operativos continúan. En un mensaje reciente, advirtió a los “bien cuidados” que se abstuvieran de acudir al Estadio Rommel Fernández durante el partido Panamá vs. Nicaragua: “Están avisados. Eviten el mal rato”.

Con una estrategia basada en acción policial, presión institucional y visibilidad pública, Mayer Mizrachi ha dejado claro que no piensa retroceder. La pregunta ahora es si las instituciones a su alrededor estarán a la altura del desafío.

 

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