Dictadura Ortega Murillo alega razones financieras para retirarse de juicio contra Israel

El régimen de Nicaragua sostiene que hay problemas de dinero de por medio, pero expertos asegura que el retiro ante la Corte Internacional de Justicia se debe a “prudencia” ante el gobierno estadounidense.

Expertos diplomáticos lo interpretan de otro modo: le tienen miedo a Donald Trump

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, dictadores de Nicaragua, justificó su retiro del proceso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Israel alegando “altos costos financieros”, pero un experto en diplomacia nicaragüense, consultado bajo condición de anonimato desde el exilio, interpretó que la verdadera razón es el temor a represalias por parte de una eventual administración de Donald Trump.

En un comunicado fechado el 4 de abril, pero publicado este 5, la dictadura dijo mantener su apoyo a Palestina pero se retiraba del juicio por los altos costos financieros del mismo.

Según el especialista exiliado, el proceso legal en realidad no era financiado por Nicaragua, sino por aliados como Rusia e Irán, y no implicaba una carga significativa para el presupuesto estatal de la dictadura.

A su juicio, la decisión responde a una estrategia para evitar una confrontación con Estados Unidos en un momento en que la mayoría de las potencias actúan con cautela ante la política exterior estadounidense.

“Trump le acaba de imponer a Nicaragua aranceles de 19%, eso es suficiente para entender que la Casa Blanca no está admitiendo juegos y estrategias que busquen afectar sus intereses. Si Nicaragua insiste, las consecuencias serán peores”, advirtió.

Recordó que Trump, durante su anterior mandato, impuso sanciones severas al régimen Ortega-Murillo, y su política internacional podría implicar nuevas medidas contra países que promuevan acciones judiciales contra Israel.

El anuncio del retiro fue confirmado por la CIJ el pasado 3 de abril y oficializado un día después por el régimen nicaragüense en este comunicado en el que reconoció que no continuará en el proceso judicial por motivos económicos.

Un día después del anuncio de la CIJ, el canciller israelí Gideon Saar celebró la decisión “justo a tiempo” y la calificó como una “retirada moralmente correcta” de un caso “infundado y escandaloso”.

Nicaragua había solicitado intervenir el pasado 23 de enero de 2024 en la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel por presunto genocidio en Gaza.

En ese momento, el régimen sandinista respaldó abiertamente la causa y amenazó con tomar medidas legales contra Israel a la vez que demandó a Alemania por venderles armas a Tel Aviv.

La retirada ocurre en un contexto de creciente presión internacional sobre el gobierno de Ortega y en medio de su alianza estratégica con Rusia y China, lo que —según expertos— convierte cualquier choque con Washington en un riesgo geopolítico de consecuencias incalculables.

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