Las autoridades costarricenses señalaron nuevamente hacia Nicaragua al denunciar que Alejandro Arias Monge, a quien llaman Diablo, considerado uno de los criminales más peligrosos del país y buscado por Estados Unidos, podría estar aprovechando la extracción ilegal de oro en la frontera común para esconderse, denunció hoy el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Arias Monge, señalado por la DEA estadounidense como líder de una violenta organización criminal transnacional, es buscado desde hace más de cinco años por tráfico internacional de drogas, homicidio agravado y lavado de dinero.
Su captura es tan prioritaria que Estados Unidos anunció recientemente una recompensa de medio millón de dólares por información que facilite su arresto.
El subdirector del OIJ, Michael Soto, indicó que Arias estaría refugiándose en áreas boscosas de difícil acceso cerca del sector fronterizo de Crucitas, en la zona norte del país, y utilizando como escape frecuente la Reserva Biológica Indio-Maíz, ubicada en territorio nicaragüense.
“Estas personas se ocultan en sectores fronterizos. Por ahí está el parque nacional Indio-Maíz, y esta gente ingresa a territorio nicaragüense cuando sienten la presencia policial”, explicó Soto, destacando las dificultades para realizar capturas en áreas donde no pueden cruzar debido a las limitaciones legales y territoriales.
La Fiscalía General costarricense confirmó la gravedad de la situación y resaltó la complejidad para detener a Arias Monge, quien utiliza “campanas” (personas que vigilan y alertan sobre operativos policiales) para cruzar al lado nicaragüense y regresar a Costa Rica cuando el peligro disminuye.
La extensa Reserva Indio-Maíz, con más de 2.600 kilómetros cuadrados de bosque tropical húmedo, se ha convertido en un foco de minería ilegal, denunciada repetidamente por Costa Rica.
La Asamblea Legislativa de este país investiga actualmente el tráfico ilegal de oro que presuntamente sale desde Crucitas hacia Nicaragua y otros destinos internacionales.
Según el Ministerio de Seguridad Pública costarricense, el crimen organizado controla una buena parte de la extracción ilegal de oro en Crucitas, donde operan entre 3.000 y 5.000 mineros artesanales ilegales.
Estos grupos están organizados y armados, han creado campamentos donde también se comercia droga y armas, y se practica la explotación sexual, según OIJ.
Fuentes legislativas costarricenses señalaron que la operación minera ilegal podría estar sirviendo además para el lavado de dinero del narcotráfico, actividad directamente relacionada con el perfil criminal de Arias Monge.
La Fiscalía no descarta que “Diablo”, originario de Guápiles, esté implicado en estos negocios ilícitos que tienen a la zona fronteriza sumida en la violencia y la ilegalidad desde hace más de una década, tras la cancelación del proyecto minero de la empresa canadiense Infinito Gold en Crucitas.
Mientras tanto, la frontera común sigue siendo escenario de frecuentes tensiones policiales entre ambos países, con Costa Rica señalando reiteradamente a Nicaragua por falta de cooperación efectiva para detener estas operaciones criminales transfronterizas.