Costa Rica dejó de ser el país que por años ocupó el puesto de la nación más pacífica de Centroamérica y ahora vive una histórica escalada de violencia en la que, en promedio, cada 10 horas hay un homicidio.
En los primeros 48 días de 2023, las autoridades confirmaron 120 asesinatos en diferentes regiones.
Las autoridades insisten en que el incremento de hechos violentos se debe a problemas de narcotraficantes que se enfrentan por controlar rutas de paso y territorio para venta de drogas.
El ministro de Seguridad, Jorge Torres, dijo que desde la Presidencia trabajan en un plan para intentar frenar el índice de homicidios.
Además, propondrán una reforma de ley que impida que convictos con antecedentes de crímenes violentos o ligados al narcotráfico queden en libertad condicional con el uso de tobilleras electrónicas para controlar sus movimientos.
Sin embargo, “no podría divulgar la ruta que estamos trabajando, de momento es confidencial y el presidente la va a divulgar”, dijo recientemente Torres en una entrevista a Repretel.
San José es la región más violenta del país, seguida de Limón y Puntarenas.
Mientras tanto, los costarricenses externaron su temor ante la escalada criminal. Algunos sostienen que dejaron de salir de noche por temor a ser víctimas de algún crimen.
Costa Rica es ahora el tercer país con mayor índice de homicidios en Centroamérica, superado solo por Guatemala y Honduras.