Trump presenta foto de tatuajes para vincular a migrante salvadoreño deportado con pandilla MS-13

El presidente de Estados Unidos fustigó a los demócratas por defender a Kilmar Ábrego, a quien relacionó sin titubeos con la peligrosa mara.

En un nuevo episodio de controversia migratoria, el presidente Donald Trump volvió a colocar en el centro de la discusión el caso de Kilmar Abrego García, un migrante salvadoreño deportado por error, quien ahora se encuentra en una prisión El Salvador.

Trump compartió este viernes una fotografía de la mano izquierda de Abrego donde se observan 4 tatuajes en los nudillos. Según él, esas marcas son prueba suficiente para confirmar la pertenencia de Abrego a la temida pandilla MS-13.

“Esta es la mano del hombre que los demócratas creen que debería volver a Estados Unidos porque es ‘bueno e inocente’”, escribió el exmandatario en su red Truth Social.

Añadió que 2 tribunales ya lo habían identificado como miembro de la MS-13 y que, además, tenía antecedentes de violencia doméstica.

“Me eligieron para sacar a la gente mala del país”, concluyó con su habitual consigna: “¡Hagamos que Estados Unidos sea grande de nuevo!”.

Kilmar Abrego entró a Estados Unidos de manera ilegal y fue señalado en 2019 por la policía de Maryland como integrante de la pandilla, aunque en ese entonces no se le imputaron cargos penales.

A pesar de ello, un juez de inmigración decidió frenar su deportación, argumentando que enfrentaría un riesgo real de persecución si regresaba a El Salvador. Gracias a esa resolución, pudo quedarse en Estados Unidos y trabajar legalmente.

Su detención más reciente ocurrió el 15 de marzo, en el estacionamiento de una tienda Ikea. Lo capturaron agentes de inmigración y fue deportado a su país natal. No obstante, la Corte Suprema falló la semana pasada a favor de su repatriación, instando al gobierno a facilitar su regreso a suelo estadounidense.

Mientras tanto, tanto Bukele como Trump se mantienen firmes: aseguran que Abrego no debería ser liberado ni regresar a Estados Unidos debido a sus presuntos vínculos con pandillas.

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