Presidente del Congreso de Honduras arremete contra EEUU y su “Alligator Alcatraz”, la cárcel para migrantes

Luis Redondo condenó la nueva instalación estadounidense por su uso de un entorno hostil como herramienta de disuasión migratoria

Luis Redondo, del oficialista partido Libre, presidente del Congreso Nacional de Honduras.

El presidente del Congreso Nacional de Honduras, el oficialista Luis Redondo, criticó al gobierno de Estados Unidos por la construcción del nuevo centro de detención migratorio apodado “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades de Florida. En una declaración pública, Redondo calificó el proyecto como “una afrenta a la dignidad humana” y “una forma inaceptable de intimidación y riesgo deliberado” contra personas migrantes en condiciones de extrema vulnerabilidad.

El polémico centro, promovido por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, es presentado como una medida “eficiente y de bajo costo” para facilitar deportaciones masivas, utilizando el entorno natural —pantanos infestados de caimanes, pitones y otros depredadores— como una “barrera natural de seguridad”. Esta estrategia fue comparada por Redondo con políticas de represión del pasado, advirtiendo que “usar el miedo como política migratoria es inhumano”.

“Los migrantes no son criminales. Son personas que huyen del hambre, la violencia o la falta de oportunidades. No merecen ser tratados como presas en un pantano ni usados como propaganda política”, expresó el legislador hondureño.

Críticas al uso del entorno natural como método disuasorio

El proyecto ha generado una oleada de críticas no solo desde sectores defensores de los derechos humanos, sino también desde organizaciones medioambientales que advierten del daño a los ecosistemas únicos de los Everglades. El centro se construye sobre una pista de aterrizaje abandonada del Aeropuerto Dade-Collier y contará con infraestructura temporal como tiendas de campaña y remolques, vigilados por la Guardia Nacional.

A juicio de Redondo, esta estrategia representa un retroceso moral y legal, y recordó que ya en el pasado el expresidente Trump había considerado ideas similares, como una zanja llena de agua y caimanes en la frontera sur. “Lo que se está promoviendo no es justicia ni legalidad, sino un modelo de represión que normaliza el maltrato como herramienta disuasiva”, advirtió.

Advertencia sobre el precedente histórico

En su pronunciamiento, Redondo fue más allá y alertó sobre las implicaciones históricas de normalizar este tipo de medidas. “En el siglo pasado, campos de concentración exterminaron millones por su origen y migración. Hoy, se repite la historia: en Gaza con bombas, y en Florida con caimanes”, dijo.

La instalación, que espera estar operativa la primera semana de julio, forma parte de una estrategia migratoria más amplia bajo la dirección del expresidente Donald Trump, quien ha prometido aumentar las detenciones a más de 3.000 por día. Según autoridades, algunos migrantes ya han sido trasladados a instalaciones como Guantánamo o la prisión de alta seguridad CECOT en El Salvador.

Un llamado a los parlamentos del mundo

Redondo finalizó su pronunciamiento con un llamado a la acción: “Los parlamentos del mundo debemos pronunciarnos y actuar frente a este retroceso moral y legal. La historia juzgará con dureza a quienes legitimen prácticas que atentan contra la humanidad”.

Hasta el momento, la administración estadounidense no ha respondido oficialmente a las críticas internacionales, mientras crecen las protestas dentro y fuera del país por lo que algunos ya consideran el símbolo más extremo de la nueva era de políticas migratorias punitivas en Estados Unidos.

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