Presidente chileno denuncia al dictador Daniel Ortega y lo compara con Pinochet

Gabriel Boric denuncia las prácticas de destierro y desnacionalización del dictador y su cruel par, Rosario Murillo

Gabriel Boric

Gabriel Boric, presidente de Chile.

El presidente chileno, Gabriel Boric, condenó este jueves con dureza las violaciones de los derechos humanos y crímenes del dictador Daniel Ortega, a quien comparó con las prácticas de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

En un foro regional por los 30 años de IDEA Internacional, Boric denunció que el règimen de Ortega desterró y desnacionalizó a decenas de nicaragüenses opositores.

El mandatario recordó que Pinochet hizo lo mismo con Orlando Letelier, excanciller del gobierno de Salvador Allende asesinado en Washington en 1976.

“Lo que ocurre en Nicaragua es inaceptable. Le han quitado la nacionalidad a personas que luchan por la democracia, como Gioconda Belli y Sergio Ramírez. Eso mismo hizo la dictadura chilena con Letelier, como si el orgullo por la patria pudiera borrarse con un decreto administrativo”, advirtió.

Ortega y su pareja Rosario Murillo acumulan denuncias internacionales por reprimir con violencia las protestas de 2018, encarcelar a opositores, cerrar más de 3.000 organizaciones civiles y perseguir a sacerdotes, periodistas y defensores de derechos humanos.

La ONU y la CIDH los señalan por cometer crímenes de lesa humanidad como ejecuciones, torturas, desapariciones, violaciones sexuales y destierros.

En febrero de 2023, el régimen expulsó a 222 presos políticos y los convirtió en apátridas. Desde entonces, la pareja dictatorial ha usado la pérdida de nacionalidad como arma de castigo contra voces críticas, una estrategia inédita en la región que ha dejado al país más aislado.

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La dictadura de la familia Ortega-Murillo ha desterrado a más de 400 nicaragüenses en dos años.

Choques directos entre Boric y Ortega

Boric se ha convertido en uno de los críticos más constantes del régimen sandinista. Su gobierno otorgó la nacionalidad chilena a Sergio Ramírez y Gioconda Belli, un gesto político que irritó a Managua.

Ortega respondió con insultos, acusando al presidente chileno de “hipocresía” y de obedecer a Estados Unidos.

Chile ha mantenido una línea firme en foros multilaterales para denunciar los abusos de Ortega y Murillo. La cancillería chilena ha promovido resoluciones críticas en la OEA y la ONU, pese a las descalificaciones de Managua.

Condena internacional

Boric insistió en que la represión no admite excusas ideológicas.

“Da lo mismo si lo intenta un régimen que se cree de izquierda y se arropa con banderas rojinegras, o un régimen fascista como el que teníamos en Chile en esos años”, afirmó Boric.

Los gobiernos de Chile, Colombia y Brasil —todos liderados por presidentes de izquierda— se han sumado a las críticas contra Ortega, reforzando el aislamiento de la dictadura nicaragüense.

Estados Unidos y la Unión Europea mantienen sanciones sobre altos funcionarios, mientras en Nicaragua persiste el cerco a la prensa y la persecución religiosa.

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