ONU señala a 54 funcionarios de dictadura Ortega-Murillo por crímenes de lesa humanidad

El informe concluye que el dictador Daniel Ortega y la co dictadora Rosario Murillo tienen responsabilidad directa en la conducción del aparato represivo. Además, se identifican al menos 54 personas como responsables de planear, ejecutar o encubrir estos crímenes.

Daniel Ortega, Rosario Murillo, dictadores de Nicaragua, junto a Julio César Avilés, jefe del ejército.

Un total de 54 funcionarios del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo han sido señalados por su participación directa o indirecta en crímenes de lesa humanidad en Nicaragua, según el más reciente informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), presentado hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El documento detalla un entramado institucional de represión que involucra a altos mandos del Ejército, la Policía Nacional, el Ministerio del Interior, el Poder Judicial, la Asamblea Nacional y organismos de facto vinculados al partido de gobierno, como la Juventud Sandinista y grupos paramilitares.

El informe analiza la evolución de la represión desde abril de 2018, cuando estallaron las protestas ciudadanas contra el Gobierno.

Según el GHREN, el Estado nicaragüense ha cometido crímenes como ejecuciones extrajudiciales, tortura, detenciones arbitrarias, persecución por motivos políticos, y un cierre sistemático del espacio cívico, configurando así delitos de lesa humanidad bajo el derecho internacional.

La investigación se basa en más de 400 entrevistas, análisis de resoluciones judiciales, documentación oficial, imágenes satelitales, testimonios de víctimas y trabajo de campo, lo que permite establecer “patrones” de actuación repetitivas y coordinadas desde las más altas instancias del poder.

Daniel Ortega en un discurso junto al director de la Policía sandinista y su consuegro, Francisco Díaz.

Ortega y Murillo al mando de la represión

El GHREN concluye que el dictador Daniel Ortega y la co dictadora Rosario Murillo tienen responsabilidad directa en la conducción del aparato represivo.

Según el informe, han mantenido el control de las instituciones de seguridad e inteligencia del Estado, permitiendo o instruyendo la comisión de delitos graves contra la población civil.

Además, se identifican al menos 54 personas como responsables de planear, ejecutar o encubrir estos crímenes.

La lista incluye al jefe del Ejército sandinista, general Julio César Avilés; al director general de la Policía sandinista, primer comisionado Francisco Díaz (consuegro de Ortega); así como magistrados de la aparato judicial, fiscales del Ministerio Público, diputados oficialistas y miembros del círculo familiar y político de los Ortega-Murillo.

El papel del ejército y la policía

A pesar de que el Ejército ha sostenido una postura pública de aparente neutralidad, el GHREN documenta su involucramiento en la represión mediante el suministro de grupos paramilitares, entrenamiento de armas civiles en tácticas de combate y participación en operaciones de inteligencia para identificar a opositores.

La Policía, por su parte, está señalada como el principal brazo ejecutor de la represión.

Según el informe, ha sido responsable de numerosas detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas en centros de detención, y el uso excesivo y letal de la fuerza contra manifestantes, periodistas y defensores de derechos humanos.

El Ministerio del Interior también figura como parte del aparato represivo, a través de sus departamentos de Migración y Extranjería, el Sistema Penitenciario y la Dirección de Registro y Control de Organismos sin Multas de Lucro.

Una patrulla de policías orteguistas disparan contra manifestantes desarmados en 2018.

Identificación de responsables

El informe incluye una lista confidencial, entregada al Alto Comisionado de Naciones Unidas, con los nombres de los 54 responsables.

Sin embargo, algunos ya han sido mencionados públicamente en informes previos o sancionados por la comunidad internacional. Entre ellos:

Un grupo de personas traslada el cuerpo de una víctima de la represión orteguista en abril de 2018.

Crímenes de lesa humanidad y justicia universal

El GHREN advierte que las violaciones cometidas no son hechos aislados ni excesos individuales, sino parte de una política estatal dirigida a eliminar cualquier forma de oposición.

Según el informe, estos actos constituyen crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles y susceptibles de ser juzgados por tribunales internacionales, en aplicación del principio de justicia universal.

Se recomienda a los Estados y organismos multilaterales la aplicación de sanciones individuales y económicas, la apertura de investigaciones judiciales fuera de Nicaragua, y el respaldo a mecanismos de justicia independiente y reparación para las víctimas.

Entre los 54 funcionarios señalados por crímenes de lesa humanidad hay:

 

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