Mulino rinde su primer informe: “No más matraqueos ni maletinazos”

El mandatario panameño pidió unidad a los diputados, defendió su estilo directo de gobierno y denunció una “pesada herencia” institucional

José Raúl Mulino, presidente de Panamá, al rendir su primer informe de gobierno ante la Asamblea Nacional este 1 de junio de 2025 (imagen tomada de redes sociales).

Al cumplirse su primer año en la presidencia, José Raúl Mulino presentó este martes 1 de julio su informe a la Nación durante la instalación de la primera legislatura del segundo período de la Asamblea Nacional. El mandatario aprovechó la tribuna para definir con claridad su estilo de gestión, denunciar los obstáculos heredados y enviar un mensaje de colaboración institucional, aunque sin ceder en su tono frontal.

En su discurso, Mulino felicitó al nuevo presidente del Legislativo, Jorge Herrera, y aseguró que su elección fue resultado de una votación “reñida, transparente y justa”.

El mandatario instó a los diputados de todas las bancadas a trabajar con respeto y sentido de patria: “Espero colaborar de manera constructiva con el nuevo presidente de la Asamblea en un ambiente de diálogo y compromiso por el bien común”.

Desde el podio, el presidente marcó distancia con prácticas políticas del pasado: “En esta nueva forma de gobernar no hay presiones, compra de conciencia, maletinazos ni matraqueos”, sentenció, en alusión a pactos tradicionales entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Mulino subrayó su respeto por la separación de poderes y defendió su relación con los diputados como transparente: “Nunca a escondidas, siempre en el Palacio de las Garzas y no metidos por ahí en recovecos extraños”, enfatizó.

La herencia del pasado y las denuncias por corrupción

En un tono crítico, Mulino dedicó buena parte de su mensaje a lo que llamó “una pesada herencia”. Denunció que recibió el Estado con la deuda pública más alta de la historia, una Caja de Seguro Social en crisis y ministerios paralizados por la desidia.

“El endeudamiento descomunal no fue utilizado para construir obras, sino para sostener la ineficiencia de un Estado cada vez más burocrático”, sostuvo.

También reveló que en su primer año se presentaron 429 denuncias por supuestas lesiones patrimoniales al Estado. Entre los hallazgos mencionó “negociados de obras inconclusas, precios escandalosos y una repartidera de becas a parientes, amigos y aliados”.

Reformas institucionales y sinceridad política

Como parte de los cambios propuestos, Mulino anunció que el Ministerio de la Mujer se convertirá en una secretaría dentro del Ministerio de Desarrollo Social y que el Banco de Desarrollo Agropecuario será absorbido por el Banco Nacional. Además, se trabaja en una nueva ley de carrera administrativa para fortalecer el servicio público.

Sin pretensiones de carisma, el presidente cerró con un tono directo y personal: “Sé que algunos no me consideran el más simpático ni el más popular… ¡Qué vaina! Digo lo que pienso, hago lo que digo. No caigo siempre bien, pero tengo la mejor de las intenciones”.

Con su primer año en la historia, el gobierno de Mulino se consolida con una narrativa de ruptura frente al pasado, pero también enfrenta críticas por su estilo confrontativo y su cercanía con el expresidente Ricardo Martinelli. El país entra en una nueva etapa legislativa con llamados al consenso, aunque bajo un clima político polarizado.

Expresidente Torrijos: “Mulino volvió a ser Martinelli”

El expresidente Martín Torrijos (2004-2009), recientemente sancionado por Estados Unidos por presuntas vinculaciones de corrupción, fue crítico en su reacción al discurso del mandatario y al contexto político que lo rodeó.

“Lo ocurrido hoy en la Asamblea Nacional terminó siendo un espectáculo bochornoso que evidencia el deterioro del poder político y avergüenza al país”, expresó.

Torrijos cuestionó el papel del Ejecutivo en la elección legislativa y criticó el estilo presidencial: “Una vez más Mulino volvió a ser Martinelli y Martinelli volvió a ser Mulino. La injerencia del Ejecutivo y el irrespeto a la separación de poderes revelan una peligrosa conducta antidemocrática”.

Ricardo Martinelli (2009-2014), está condenado a poco más de una década de prisión, pero gracias a un asilo político logró burlar la justicia y vive en Colombia. Mulino era el compaéro de fórmula de Martinelli, pero ante los problemas legales de este asumió la candidatura presidencial y ganó las elecciones en mayo del año pasado.

A su juicio, el informe ignoró los conflictos más recientes y mostró “el fracaso de un estilo autoritario y confrontativo”. Sin embargo, llamó al Legislativo a encauzar un diálogo que saque al país del estancamiento.

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