Cubierta con la bandera azul y blanco de Nicaragua, la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro fue despedida este lunes en una ceremonia religiosa celebrada en el Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús, en San José, Costa Rica.
Sus hijos, Carlos Fernando y Cristiana Chamorro, encabezaron el cortejo fúnebre, mientras que sus hermanos Claudia Lucía y Pedro Joaquín no pudieron asistir por encontrarse exiliados en Estados Unidos.
“Nuestra madre gobernó con dignidad, sin rencor, con firmeza moral… No ambicionó el poder; le dolía su país”, expresó Carlos Fernando, director del medio Confidencial, confiscado por el régimen nicaragüense.
Cristiana, exdirectora del diario La Prensa —también intervenido por el Gobierno—, agradeció al pueblo costarricense: “Gracias, Costa Rica, por abrirnos las puertas. Prometo que la devolveremos a Nicaragua cuando vuelva a ser República”.
Violeta Chamorro, quien en 1990 venció en las urnas a Daniel Ortega, se convirtió en la primera mujer presidenta en América Latina, liderando una transición pacífica tras años de conflicto armado. Su gobierno priorizó la reconciliación nacional y la restauración democrática en medio de una grave crisis económica.
La misa reunió a decenas de exiliados, diplomáticos y expresidentes costarricenses como Óscar Arias, Premio Nobel de la Paz, y Luis Guillermo Solís, así como figuras como Luis Enrique Mejía Godoy, el excomandante sandinista Luis Carrión y el excandidato Edmundo Jarquín, todos víctimas de la represión que se intensificó en Nicaragua desde 2018.
El sacerdote Rafael Aragón, expulsado de Nicaragua, presidió la homilía, recordando que “Doña Violeta vivirá eternamente en el corazón de Dios. Su legado no es político: es humano”.
Durante la ceremonia se oró por la justicia, la libertad de prensa y por los más de 300 presos políticos, así como por los miles de nicaragüenses desterrados o separados de sus familias. Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación de “Ay Nicaragua, Nicaragüita” por Mejía Godoy, dedicada a la exmandataria.
Violeta Chamorro nació en Rivas, en 1929, y fue esposa del periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado en 1978 por su oposición a la dictadura somocista. Tras su muerte, ella asumió un papel clave en la lucha por la democracia.
Falleció en San José a los 95 años, tras varios años de deterioro de salud. Sus restos permanecerán en Costa Rica hasta que, como afirmaron sus hijos, puedan regresar a una Nicaragua libre, donde su memoria sea homenajeada con dignidad.