Excanciller de Honduras insinúa que la oración no debe ser usada como instrumento del “bipartidismo”

El candidato a la vicepresidencia por Libre, Enrique Reina, cuestionó la relación entre sectores religiosos y actores políticos, señalando que eventos de carácter espiritual podrían estar siendo utilizados con fines electorales, en medio de un clima de alta polarización en el país.

Enrique Reina, excanciller y aspirante a la vicepresidencia, junto a Rixi Moncada, exministra de Defensa y candidata presidencial por el partido Libre de Honduras.

El excanciller y actual candidato a la vicepresidencia por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Enrique Reina, emitió abordó la compleja relación entre religión y política en Honduras, en medio del debate generado por la convocatoria de una marcha de oración impulsada por sectores eclesiásticos.

En su declaración en X, Reina defendió el principio constitucional de la separación entre Iglesia y Estado, al tiempo que expresó su expectativa de que esta jornada de oración “no tienda a manipularse” con fines políticos. “Esperamos que esta jornada sea realmente de oración y no se preste a manipulaciones”, señaló, aludiendo a la convocatoria hecha por la Conferencia Episcopal y la Confraternidad Evangélica para el 16 de agosto.

Desde un enfoque histórico y político, Reina vinculó las crisis vividas en el país en los últimos 17 años al golpe de Estado de 2009, hecho que calificó como “un rompimiento constitucional” y que, según él, dio paso a lo que describió como una “narco dictadura” con efectos duraderos en la institucionalidad hondureña.

En su mensaje el candidato también cuestionó el papel que ciertos líderes religiosos jugaron en ese periodo, sin mencionar nombres. Algunos —sostuvo— respaldaron el quiebre institucional, mientras que otros defendieron el orden constitucional o se mantuvieron al margen. En ese sentido, Reina instó a las iglesias a no dejarse instrumentalizar políticamente, en particular por actores que, según él, han sido responsables de las crisis que aquejan al país.

“La libertad de conciencia y de profesar o no creencias hacia Dios son derechos personalísimos del ser humano”, enfatizó, recordando que la República fue fundada bajo valores como la separación de la Iglesia del Estado, promovida por próceres como Francisco Morazán.

El político también hizo referencia a temas como la corrupción estructural, la degradación de los operadores de justicia, el fraude electoral y la manipulación de la voluntad popular, hechos que, a su juicio, han marcado el rumbo del país y han debilitado las instituciones. Asimismo, reiteró denuncias históricas del Partido Libre sobre el uso de las maras para generar violencia durante manifestaciones contra el golpe de Estado, señalando que estas tácticas fueron utilizadas para criminalizar la oposición.

Pese al tono crítico, Reina reconoció la labor de figuras eclesiásticas que, en su opinión, han mantenido una postura constructiva y conciliadora, como el obispo Vicente Nácher. “Esperamos prime ese espíritu”, concluyó.

La Conferencia Episcopa y la Confraternidad de Iglesias Evangélicas de Honduras convocaron para el 16 de agosto a una marcha cívica en la que no quieren políticos, por tratarse de una actividad de fe y ciudadanía.

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