Embajada de EEUU en Nicaragua recuerda asesinato del periodista Bill Stewart y denuncia que “informar puede costar la vida”

La sede diplomática remembró el crimen ocurrido en 1979 y advirtió de los riesgos que viven los comunicadores, en un mensaje que coincide con el crimen del exmilitar disidente Roberto Samcam y con la creciente represión contra la prensa y la oposición nicaragüense.

Bill Stewart, periodista estadounidense asesinado en Nicaragua en 1979.

Un día después del asesinato en Costa Rica del militar retirado y disidente nicaragüense, Roberto Samcam, y tras la entrega del Premio Rey de España al diario La Prensa, el jefe de misión de la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin O’Reilly, recordó este el asesinato del periodista estadounidense Bill Stewart y su intérprete nicaragüense Juan Espinoza, perpetrado por la Guardia Nacional de la dictadura de la familia Somoza en 1979.

“Su historia nos sigue recordando que la libertad de prensa no es un derecho garantizado en todas partes, y que informar puede costar la vida”, expresó O’Reilly en un mensaje en video difundido en las redes sociales de la sede diplomática estadounidense en Managua.

Las declaraciones del diplomático se producen en un contexto marcado por la creciente represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la prensa independiente y la oposición política nicaragüense, en particular tras el asesinato a tiros de Roberto Samcam, crítico del sandinismo, en un suburbio de San José, Costa Rica, donde residía en el exilio.

O’Reilly rememoró que el 20 de junio de 1979, durante la insurrección final contra el régimen del dictador Anastasio Somoza Debayle, el corresponsal de ABC News, Bill Stewart, y el intérprete Juan Espinoza fueron asesinados a sangre fría por soldados de la Guardia Nacional al acercarse a un puesto de control en Managua.
Las imágenes del crimen, grabadas por el camarógrafo Tony Avirgan, fueron transmitidas a nivel mundial y generaron una oleada de condenas internacionales que precipitaron la caída de la dictadura.

“Recordemos el legado de Stewart y Espinoza y de otros como ellos, todos quienes todavía hoy enfrentan intimidación y violencia, y que en algunos lugares el periodismo independiente es suprimido o severamente censurado”, dijo O’Reilly en su mensaje.
“Estas valientes personas nos recuerdan la importancia de los periodistas que arriesgan sus vidas para informarnos, cuestionar al poder, exponer injusticias y promover la rendición de cuentas”.

El pronunciamiento coincide además con el reciente reconocimiento otorgado por la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) al diario La Prensa, exiliado y confiscado en Nicaragua, con el Premio Internacional de Periodismo Rey de España por su labor informativa en medio de la represión.

Organizaciones de derechos humanos han advertido que el periodismo independiente en Nicaragua enfrenta una “asfixia total”, con más de 200 comunicadores exiliados, decenas de medios cerrados, y constantes amenazas y judicialización contra reporteros y analistas críticos.

El asesinato de Samcam —mayor en retiro del Ejército Popular Sandinista, exjefe de inteligencia militar y luego disidente— ha sido condenado por organizaciones nicaragüenses en el exilio, que acusan al régimen Ortega-Murillo de haber extendido su persecución más allá de las fronteras nacionales.

La embajada estadounidense no se refirió directamente a este crimen, pero el contexto del mensaje ha sido interpretado como una señal de respaldo a la prensa independiente y una advertencia sobre los riesgos que aún enfrenta el periodismo en Nicaragua y la oposición en la región.

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