El diputado oficialista del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé, solicitó públicamente a su compañera de bancada, Isis Cuéllar, que renuncie a su curul en el Congreso Nacional de Honduras y a todos los cargos internos del partido, luego de que se viera involucrada en un escándalo de corrupción derivado de una llamada filtrada con el exdirector de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Tomé, cercano al coordinador general de Libre, Manuel Zelaya, afirmó que el partido debe actuar con firmeza y coherencia ante hechos que puedan poner en entredicho su compromiso histórico con la transparencia y la justicia social.
Mel o El Comandante, como conocen a Zelaya, habría pedido la renuncia de Cuéllar, una de sus protegidas.
En la misma línea del Cordinador general del Partido de nuestro @PartidoLibre compañero de lucha @manuelzr.
Dejamos claro que somos una organización política de izquierda que hace política de hechos y no de palabras. Nuestra lucha contra la corrupción no puede ser cuestionable.… pic.twitter.com/XHJ0gF7BpB
— Rasel Tome (@raseltome) July 1, 2025
“Somos una organización política de izquierda que hace política de hechos y no de palabras. Nuestra lucha contra la corrupción no puede ser cuestionable”, expresó el congresista, quien sostuvo que, por respeto a la militancia y al legado de los mártires del partido, Cuéllar debe entregar su credencial de diputada.
El pronunciamiento se da en medio del creciente escándalo que envuelve a la parlamentaria, luego de que se difundiera una conversación telefónica en la que se le escucha conversar con el exdirector de Sedesol, José Carlos Cardona, sobre manejos irregulares de fondos públicos. Cardona presentó su renuncia tras la filtración.
Tomé apeló al compromiso ético del partido y recordó que el proyecto político de Libre representa la esperanza del pueblo hondureño: “Por la segunda victoria, no olvidemos que el país le pertenece al pueblo”, escribió.
La dirigencia de Libre aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la petición de Tomé, pero el llamado abre un nuevo capítulo en la presión interna del partido por distanciarse de actos que comprometan su credibilidad frente a la ciudadanía.