Dictadura de Nicaragua lanza ofensiva turística internacional tras polémico elogio de Trump

Campaña propagandística busca maquillar el desplome del turismo y el colapso del “negocio migrante”, tras caída del turismo y alertas actualizadas de EE.UU.

policias sandinistas en nicaragua

La dictadura de los Ortega Murillo busca atraer turistas al país, tras inesperado reconocimiento de Trump al turismo bajo dictadura. CA360/ARCHIVO

La dictadura de Daniel Ortega ha intensificado en las últimas semanas una ofensiva de propaganda internacional para atraer turistas al país, tras el inesperado elogio de la administración de Donald Trump, que en junio calificó al régimen nicaragüense como “líder en turismo sostenible”.

El Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) ha encabezado presentaciones en países vecinos, como Guatemala, donde este 24 de julio realizará un evento en el Hotel Clarion Suites para promover a Nicaragua como “un país único, auténtico y original”. El pasado 10 de julio hicieron lo mismo en un hotel de la capital salvadoreña con el embajador orteguista Luis Briones como principal promotor.

La estrategia propagandística llega en un momento crítico: los datos oficiales muestran un desplome del turismo internacional.

En el primer trimestre de 2025, los ingresos por turismo apenas alcanzaron los 113,5 millones de dólares, una caída del 33,3 % respecto al mismo período del año pasado, según el Banco Central de Nicaragua (BCN).

Este retroceso confirma el fin de una etapa en la que el régimen se benefició económicamente del masivo tráfico de migrantes que utilizaban a Nicaragua como trampolín hacia Estados Unidos.

Lea además: Intur promueve turismo en Guatemala

Turismo de alto riesgo en Nicaragua

Entre 2022 y 2023, el régimen alentó el ingreso masivo de viajeros por el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, muchos de los cuales no salían del país por la misma vía, sino que continuaban su ruta migratoria por tierra.

Por ejemplo, en el primer trimestre de 2022, de 147.100 pasajeros que ingresaron, solo 72.100 salieron por el aeropuerto. El resto —más de 75.000 personas— fueron migrantes que siguieron su trayecto hacia la frontera sur de EE.UU., en lo que se convirtió en un negocio millonario para el régimen.

Sin embargo, el endurecimiento de sanciones por parte de la administración Trump a aerolíneas y operadores turísticos implicados en esa trama migratoria forzó la reducción drástica de esos flujos, impactando directamente las cifras del turismo real y legal.

Paradójicamente, el reconocimiento del régimen como “modelo turístico” ocurre en un contexto de represión interna y censura, en el que el gobierno ha impedido el ingreso de creadores de contenido, ha expulsado a corresponsales internacionales y ha cerrado medios de comunicación críticos.

La dictadura de los Ortega Murillo busca atraer turistas al país, tras inesperado reconocimiento de Trump al turismo bajo dictadura. CA360/ARCHIVO

 

EEUU actualiza alerta

Incluso, la propia Embajada de Estados Unidos en Managua mantiene vigente una alerta de viaje en la que advierte a sus ciudadanos sobre los peligros de visitar Nicaragua debido a “detenciones arbitrarias, restricciones a la libertad de expresión y violencia política”.

La alerta fue actualizada de nuevo con motivo del 19 de julio, fecha en que el régimen conmemora su fiesta partidaria con movilizaciones obligatorias, operativos policiales y un fuerte despliegue militar.

“Evite multitudes y manifestaciones, incluso las que parezcan pacíficas”, reitera la Embajada, dejando en evidencia la contradicción entre el discurso oficialista y la realidad que enfrentan turistas y ciudadanos en Nicaragua.

Mientras INTUR invita a “descubrir Nicaragua” en hoteles de lujo en Centroamérica, los datos y las alertas cuentan otra historia: el país no solo ha perdido su atractivo turístico, sino que se ha convertido en un destino bajo vigilancia internacional.

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