Dictadura de Nicaragua expulsa a otros tres sacerdotes

La oleada de ataques a la Iglesia Carolica continúa de parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

A menos de una semana de haber expulsado a 18 sacerdotes, incluyendo 2  obispos, la dictadura de Nicaragua continúa su ataque contra la Iglesia Católica al expulsar a 3 nuevos sacerdotes.

La brutalidad de la dictadura de la familia de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con la nueva jornada de expulsión, deja en evidencia la creciente persecución política y religiosa en el país centroamericano.

Los padres afectados, identificados como Ezequiel Buenfil, Erick Figueroa y David Pérez, fueron desterrados del país, según informó la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.

Buenfil y Figueroa desempeñaban sus labores pastorales en la Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados de El Viejo, Chinandega.

Molina reveló en sus redes que desde el pasado 14 de enero, ambos religiosos fueron objeto de amenazas que culminaron con su expulsión.

La abogada detalló que los sacerdotes, vinculados a la orden religiosa del Santísimo Salvador de la Diócesis de León, recibieron amenazas por parte de la policía al servicio de la familia dictatorial, tras celebrar la misa en la parroquia Santo Tomás apóstol de Corinto.

Desde ese momento, Buenfil y Figueroa fueron secuestrados y desaparecidos por varios días, para luego ser expulsados del país. Uno de ellos recibió una golpiza por parte de los esbirros uniformados de Ortega.

La galardonada investigadora, merecedora del Premio a la Libertad Religiosa del Departamento de Estado de los Estados Unidos, denunció que, como parte de esta escalada represiva, el régimen de Ortega y Rosario Murillo cerró una fundación y expulsó a otro religioso.

“Posterior a la cancelación de la personería jurídica el 16 de enero de 2024, la policía expulsó al presbítero David Pérez, perteneciente a la misma orden y quien estaba a cargo de la parroquia Inmaculada Concepción de María del Reparto William Fonseca en la ciudad de León”, señaló Molina.

Además, la abogada advirtió sobre la posible confiscación de propiedades pertenecientes a la orden del Santísimo Salvador de la Diócesis de León.

“Con la cancelación de la personería jurídica, quedan en peligro de confiscación dos casas pertenecientes a la orden de estos religiosos”, alertó Molina, señalando las ubicaciones en el Reparto Los Ángeles y cerca del Supermercado La Colonia 25, en Parroquia Santísimo Redentor, Chinandega / Diócesis León.

Las expulsiones y destierros de sacerdotes nicaragüenses, según diversos expertos en derecho humanitario internacional, son considerados crímenes de lesa humanidad conforme a los estatutos de Roma de la Corte Penal Internacional, cometidos en Nicaragua por órdenes de la familia Ortega-Murillo.

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