El cardenal guatemalteco Álvaro Ramazzini afirmó que la Iglesia no puede perder el rumbo trazado por el papa Francisco en temas de justicia social y derechos de los migrantes, justo antes de participar en su primer cónclave, que iniciará este miércoles en Roma.
Ramazzini, nombrado cardenal en 2019 por el pontífice argentino, ha dedicado más de cinco décadas a acompañar a comunidades indígenas, pobres y migrantes en las regiones montañosas de Guatemala. Desde su sede en Huehuetenango, se ha enfrentado a amenazas por denunciar la violencia y desigualdad que golpean al país centroamericano.
“Es un deber de conciencia que los cardenales no olvidemos el camino que hemos recorrido. Este camino debe seguir creciendo”, dijo el cardenal a la agencia Asocciated Press.
En su opinión, la Iglesia debe “apoyar, acoger y proteger los derechos de los migrantes”, especialmente aquellos que huyen de la pobreza extrema.
El prelado remarcó que muchas de estas personas arriesgan sus vidas al tomar rutas controladas por el narcotráfico. Ante esto, urgió a mantener los esfuerzos humanitarios como los albergues, pero también insistió en la necesidad de reformas migratorias en Estados Unidos.
“No lo conseguimos con Clinton, ni con Obama, ni con Biden, y mucho menos lo lograremos con el señor Trump”, lamentó.
Ramazzini consideró que el futuro Papa debe continuar con la reforma institucional iniciada por Francisco, incluyendo los temas financieros de la Iglesia y la inclusión de más mujeres en puestos de liderazgo. “Tenemos que ser la voz de quienes no tienen acceso a los espacios de decisión”, afirmó desde la sede de los Scalabrinianos, orden misionera dedicada a migrantes.

Durante décadas, Ramazzini fue obispo en San Marcos y luego en Huehuetenango, regiones golpeadas por la guerra civil que vivió Guatemala hasta 1996 y donde aún persisten la pobreza y el narcotráfico, factores que empujan a miles de jóvenes a migrar hacia Estados Unidos.
Aunque el proceso de elección del nuevo Papa se mantiene en estricta reserva, el cardenal destacó el “enfoque global” que percibe en el grupo de 133 cardenales electores, casi todos ya reunidos en Roma. “El próximo Papa tendrá su propia espiritualidad, pero lo importante es no olvidar que no hay espiritualidad auténtica sin llevar el Evangelio a la práctica”, expresó.
Ramazzini aseguró sentirse tranquilo ante el proceso, confiando en la guía de Dios. “No estoy preocupado porque sé que nada sucederá sin que nuestro Señor Jesucristo lo permita. Él es el dueño de la Iglesia, nosotros solo somos sus siervos”, concluyó entre risas, asegurando además que no será él quien resulte elegido.