En el 114 Día Nacional de la República de China (Taiwán)

Por Giovanni Tobar Guzmán, académico guatemalteco

La República China (Taiwán) ha trascendido sin duda a lo más alto de la historia política global, rompiendo mitos y paradigmas propios de su época y de su entorno, demostrando que la plena democracia no es solo un objetivo posible, sino además practicable en todas sus áreas, la política, la económica, la social, la cultural.

Hace apenas 70 años, Taiwán era uno de los países más pobres del mundo; hoy se encuentra entre los más ricos, al transformarse de una economía atrasada y agraria en una sociedad industrial y tecnológica moderna.  Su renta per cápita en 2024 fue de aproximadamente 33,437 dólares, lo que le posiciona en el puesto 38 del ranking mundial.

Taiwán es una potencia comercial importante a nivel global, destacando su dominio en la producción de semiconductores y su papel en la economía mundial como uno de los principales exportadores de productos electrónicos y tecnología. Según el Fondo Monetario Internacional, su economía es de las más avanzadas del mundo.

Lo más llamativo del crecimiento económico de la isla, ha sido su política de redistribución de la riqueza, lo cual, sin duda, ha sido una de las claves de su proceso de reforma política y su manera pacífica de avanzar en el proceso, contrario a otras naciones que avanzaron en este camino, por la presión externa o como consecuencia de conflictos sociales internos, en este caso la evolución política de la República China (Taiwán) ha sido consecuencia del progreso social de sus habitantes.

A su vez, la política exterior de Taiwán ha sido muy solidaria con los pueblos del mundo, basándose siempre en valores como la democracia, libertad y respeto a los derechos humanos, lo que, en el caso guatemalteco, ha permitido una simbiosis en diversos ámbitos, como la económica, que, solamente en el 2024 permitió, movilizar volúmenes de inversión y comercio por arriba de los 340 millones de dólares.

Si vemos más allá de nuestras fronteras, debe destacarse el gran aporte que, la República China (Taiwán) brinda al istmo por intermedio del Sistema de Integración Centroamericana, SICA; en diversos ámbitos y áreas de Desarrollo.

Para muestra, merece la pena referir el proyecto intersectorial «Promoviendo la Gestión de Riesgo Climático y la Reducción de Emisiones de Carbono en la Región SICA», destinado a fortalecer la implementación de la Estrategia Regional de Cambio Climático regional, por medio del desarrollo de capacidades técnicas e institucionales para fortalecer la gestión del riesgo climático, y la reducción de emisiones en sectores clave del desarrollo con especial énfasis en Guatemala y Belice.

Este proyecto se alinea con la Estrategia Regional de Cambio Climático (ERCC) y se sustenta en diversas políticas y estrategias regionales, como la Estrategia Regional Ambiental Marco (ERAM), la Política centroamericana de gestión integral de riesgo de desastres, la Política Agropecuaria Regional, el Plan Centroamericano de Navegación Aérea, entre otras, asegurando la coherencia con las prioridades de la región.

Parabienes a la República China (Taiwán), en este día tan importante en su historia política, un verdadero ejemplo para las democracias occidentales en como transitar hacia una democracia plena en todos los ámbitos, político, económico, social y cultural, pues la democracia mas que un acto electoral, como se mal interpreta por algunos, es el modelo por medio del cual, los habitantes de un país, ejercen su  ciudadanía participando en decisiones de interés público, que les permitan el ejercicio pleno de su libertad y su expansión espiritual.

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