El gobierno del presidente Donald Trump revisará los casos de más 200,000 refugiados admitidos en Estados Unidos durante la administración de Joe Biden, según un memorando difundido por medios estadounidenses.
La medida marca un nuevo golpe contra un programa que, por décadas, ha protegido a personas que huyen de guerra y persecución.
El documento, firmado por el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Joseph Edlow, ordena reentrevistas obligatorias para los refugiados admitidos entre el 20 de enero de 2021 y el 20 de febrero de 2025.
Recorta beneficios
También suspende “de inmediato” las aprobaciones de tarjetas verdes para todos ellos y la posibilidad de nacionalización tras cinco años de residencia permanente.
Los defensores consultados por AP advirtieron que la revisión sembrará temor y confusión entre casi 200.000 refugiados, además de provocar demandas.
USCIS, Seguridad Nacional y la Casa Blanca, instituciones a cargo del proceso, no respondieron a solicitudes de comentario.
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Movilidad Segura 2023-2025
Entre 2023 y 2025, la administración Biden impulsó el programa Movilidad Segura, operado en Costa Rica, Guatemala, Colombia y Ecuador. }
El plan permitió procesar solicitudes de protección fuera del territorio estadounidense y facilitó vías legales para miles de migrantes.
La iniciativa benefició al menos a 25.000 centroamericanos —principalmente de El Salvador, Guatemala y Nicaragua— que lograron reubicación y reasentamiento humanitario.
Analistas temen que la revisión anunciada ahora pueda afectar incluso a quienes accedieron a EE. UU. a través de ese mecanismo.
Un giro radical
El memorando acusa a la administración Biden de priorizar la “cantidad” sobre la verificación “exhaustiva”, y justifica una auditoría amplia.
Edlow sostiene que “USCIS está listo para hacer cumplir la ley y garantizar que el programa de refugiados no sea abusado”.
Los refugiados, sin embargo, ya pasan por uno de los procesos de investigación más rigurosos del sistema migratorio estadounidense.
Aun así, la agencia señaló que incluso quienes ya poseen residencia permanente serán revisados otra vez. Si USCIS determina que una persona no calificaba como refugiada, no tendrá derecho a apelación administrativa y será sometida a proceso de deportación.
Duras reacciones
Para Naomi Steinberg, de HIAS, la decisión es “un nuevo golpe bajo” en el trato a quienes buscan rehacer sus vidas.
Sharif Aly, del Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados, advirtió que la auditoría masiva será “un desperdicio de recursos” y una “crueldad enorme” contra personas que “han vivido pacíficamente durante años”.
La administración Trump ya había suspendido el programa de refugiados a inicios de año y fijado un límite histórico de solo 7.500 ingresos, priorizando a solicitantes sudafricanos blancos. La nueva revisión profundiza ese giro.
USCIS prevé publicar una lista prioritaria de reentrevistas dentro de los próximos 90 días, según el documento citado por AP.
