Kilmar Ábrego denuncia haber sufrido torturas tras deportación a El Salvador

El salvadoreño deportado desde Maryland afirma que fue golpeado y privado de sueño en el CECOT.

El migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado por error y luego repatriado a Estados Unidos.

El migrante salvadoreño Kilmar Armando Abrego García denunció ante un tribunal federal en Estados Unidos que sufrió golpes, privación de sueño y torturas psicológicas durante casi tres meses de encierro en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.

Documentos presentados el miércoles en la Corte Federal de Maryland describen que Abrego García fue deportado el 15 de marzo junto a otros 20 salvadoreños y recluido en condiciones inhumanas. Según sus abogados, los detenidos fueron obligados a arrodillarse toda la noche mientras los custodios golpeaban a quienes se desplomaban por agotamiento.

Durante su encierro, Abrego García no tuvo acceso a baños, fue obligado a dormir sobre literas metálicas sin colchón, en una celda abarrotada y sin ventanas, iluminada las 24 horas. Al llegar, un funcionario le advirtió: “Bienvenido al CECOT. Quien entra aquí no sale”. Dos semanas después, había perdido cerca de 31 libras de peso.

Los abogados aseguran que, aunque más de 200 venezolanos fueron enviados en los mismos vuelos, fueron recluidos en otro sector, sin detalles sobre su trato. La defensa presentó la nueva evidencia ante la jueza Paula Xinis, quien en abril ordenó al gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “facilitar” el regreso de Abrego García desde El Salvador.

Actualmente, Abrego García permanece bajo custodia federal en Nashville, Tennessee, luego de ser repatriado sorpresivamente tras semanas de insistir el gobierno que no podía intervenir. El Departamento de Justicia lo trajo de regreso para procesarlo por presunta conspiración para traficar migrantes como supuesto integrante de la MS-13.

Sin embargo, los documentos de la defensa sostienen que las autoridades salvadoreñas confirmaron que Abrego García no pertenece a ninguna pandilla y que sus tatuajes “no están relacionados” con estructuras criminales.

El futuro de Abrego García sigue siendo incierto. Mientras su caso avanza, la administración Trump ha emitido mensajes contradictorios: la fiscal general, Pam Bondi, aseguró que sería deportado de nuevo solo al terminar su juicio, pero un abogado del gobierno planteó enviarlo a un “tercer país”.

Por ahora, dos audiencias definirán su destino. La primera, este lunes ante la jueza Xinis, podría frenar una nueva deportación. La segunda, el 16 de julio ante el juez Waverly D. Crenshaw Jr., evaluará si Abrego García permanece detenido por los cargos federales o pasa a custodia migratoria. Hasta entonces, seguirá recluido en una prisión federal en Tennessee, bajo protección de su equipo legal.

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