Jóvenes guatemaltecos entregan sombrero de Esquipulas al papa León XIV durante Jubileo en el Vaticano

La delegación guatemalteca participó en el Jubileo de los Jóvenes y sorprendió al Papa con un símbolo cultural y religioso de Chiquimula.

El Papa León con un sombrero guatemalteco entregado por una delegación de jóvenes durante el Jubileo en el Vaticano.

Una delegación de 190 jóvenes guatemaltecos entregó un sombrero típico de Esquipulas al papa León XIV durante el Jubileo de los Jóvenes, celebrado del 28 de julio al 3 de agosto en la Ciudad del Vaticano.

El gesto ocurrió cuando el pontífice se desplazaba en el papamóvil por la Tor Vergata, en las afueras de Roma, donde presidió una vigilia ante miles de jóvenes procedentes de 146 países.

Un símbolo de fe y cultura guatemalteca

Durante su paso, varios jóvenes se acercaron al vehículo papal con obsequios representativos de sus países. Los guatemaltecos, miembros de la Pastoral Juvenil y acompañados por religiosas de la Congregación de las Hermanas de Marta y María, aprovecharon el momento para lanzar un sombrero tradicional, que el papa alcanzó en el aire y luego mostró ante la multitud.

El sombrero, originario de Esquipulas, Chiquimula, representa la devoción al Cristo Negro y el orgullo de la identidad cultural guatemalteca. El papa León XIV publicó el momento en su cuenta oficial de Instagram, resaltando el vínculo espiritual con la juventud latinoamericana.

Guatemala presente en el Año Santo

La actividad formó parte del Jubileo de la Esperanza, un evento clave en el marco del Año Santo de la Iglesia Católica. La participación de los jóvenes guatemaltecos fue coordinada con apoyo de la Cancillería de Guatemala y su Misión Diplomática en la Santa Sede, que brindó respaldo logístico a los connacionales durante las jornadas.

El representante de la delegación, Christian Chután, expresó su emoción: “Más que agradecidos con la bendición de participar en el Jubileo de los Jóvenes y entregarle el sombrero al papa León”.

Las actividades concluyen este domingo, tras una semana de celebraciones, misas y momentos de reflexión dirigidos por el Sumo Pontífice, con énfasis en el papel de los jóvenes en la renovación espiritual del mundo.


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