Rusia estaría ayudando a China a prepararse para una posible invasión de Taiwán, según un informe del Royal United Services Institute (RUSI), uno de los centros de análisis militar más reconocidos del mundo. La investigación se basa en unas 800 páginas de documentos filtrados por el grupo activista Black Moon, revisados también por The Washington Post y Associated Press.
Los documentos describen acuerdos sobre vehículos de asalto anfibio, sistemas de paracaídas de gran altitud y blindados de transporte aerotransportados, valorados en más de $210 millones. Aunque no está claro si las entregas ya se concretaron, los analistas sostienen que el material reforzaría la capacidad de China para lanzar tropas aerotransportadas y operaciones anfibias, habilidades aún limitadas en sus Fuerzas Armadas.
El informe señala que la experiencia de Moscú en la guerra de Ucrania estaría siendo transferida a Pekín, lo que podría acelerar entre 10 y 15 años el desarrollo militar chino en estas áreas.
“El poder militar chino es superior al ruso, pero Rusia cuenta con experiencia de combate y tecnologías que China aún no domina”, apuntó RUSI.
El think tank británico advierte que la cooperación beneficia a Moscú al consolidarse como proveedor de armamento, financiar su guerra en Ucrania y, potencialmente, desviar la atención de Estados Unidos hacia Asia.
Funcionarios estadounidenses han advertido que el presidente chino, Xi Jinping, habría ordenado a su Ejército estar listo para una eventual invasión de Taiwán en 2027.
Entre los planes revelados, el informe sugiere que Pekín podría desplegar blindados lanzados en paracaídas sobre campos de golf cercanos a puertos y aeropuertos taiwaneses, con el fin de abrir paso a un desembarco masivo.
La revelación coincide con un aumento de la cooperación militar entre Rusia y China, que recientemente realizaron patrullas submarinas conjuntas. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que Ucrania podría “recuperar todo su territorio invadido por Moscú e incluso ir más allá”, lo que marcaría un distanciamiento con el Kremlin.