Ricardo Arjona anunció que volvía y Guatemala respondió como se esperaba: con devoción absoluta. Las 15 fechas de su residencia artística Lo que el SECO no dijo, en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias, volaron en cuestión de horas. La preventa exclusiva para tarjetahabientes de un banco local arrancó este 21 de julio a las 10:00 de la mañana (11:00 de Panamá), y para el mediodía el sitio de Eticket ya mostraba el temido mensaje: “Agotado”.
La euforia fue inmediata. El sistema colapsó por momentos. Algunos usuarios estuvieron pegrados frente a la pantalla solo para encontrarse con un reloj implacable que les daba 10 minutos para finalizar la transacción. Muchos no lo lograron. Las redes sociales se llenaron de frustración, memes y súplicas para que se abran nuevas funciones. Mientras tanto, Arjona, como si nada, sigue sin pronunciarse.
Una de las primeras fechas en esfumarse fue la del 31 de octubre, la noche inaugural de la gira. Esa será la velada en la que Arjona regrese “al teatro que más le gusta del mundo”, como él mismo lo llamó: la sala Efraín Recinos del Miguel Ángel Asturias, con capacidad para poco más de 2,000 personas por noche. Y sí, todas las butacas desaparecieron más rápido que un disco pirata en los 90.
La escribí a los 17 años, la grabe dos veces. La primera en Guatemala, la segunda después de vender una guitarra, y pedirle prestado a mis amigos en México para recuperar sus derechos y poderla incluir en el disco Animal Nocturno. Pero todo empezó aquella noche, y seguramente… pic.twitter.com/DDTWNxe81i
— Ricardo Arjona ® (@Ricardo_Arjona) July 21, 2025
Por ahora, ni Eticket, ni la disquera, ni el mismísimo Arjona han confirmado si lo vendido fue solo un lote exclusivo de preventa o si literalmente ya no queda ni un asiento. Se supone que este martes 22 se abre la venta general, pero los fans cruzan los dedos: todo apunta a que lo “exclusivo” se tragó el aforo completo.
La gira SECO marca el retorno de Arjona tras varios meses alejado de los escenarios y promete una experiencia más íntima, teatral y —según él— “sin concesiones”. Todo comenzó con un video en redes, el pasado 1 de junio, en el que soltó la bomba: “Al final me animé”. Luego llegó el anuncio de la residencia en Guatemala el 6 de julio, y desde entonces, el runrún no paró.
Y así, con 15 fechas ya marcadas como sold out, Arjona vuelve a dejar claro que el público guatemalteco no lo olvida. Que el “efecto Arjona” no entiende de pausas ni de algoritmos. Que en este país, si el flaco decide cantar, nadie se queda en casa.
¿Habrá nuevas fechas? ¿Unas butacas mágicas que aún no han salido a la luz? ¿Una versión unplugged en la plaza central? Por ahora, nada está confirmado. Pero una cosa sí es segura: en Guatemala, Ricardo Arjona sigue siendo una religión.