Durante los primeros cinco meses de 2025, el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras; recibió 18.547 millones de dólares en remesas familiares, un aumento de más de 2.700 millones respecto al mismo período del año anterior.
El incremento en las remesas, que ocurre en medio del aumento en las deportaciones y una ofensiva antiinmigrante de Estados Unidos, refleja la resiliencia de la diáspora centroamericana y su rol fundamental en las economías de la región.

El informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que Guatemala es el país que más recibió, con 9.908 millones de dólares; seguido de Honduras, con 4.664 millones y El Salvador con 3.974 millones.
Las remesas en los países del Triángulo Norte representan entre el 20 % y 27 % de su Producto Interno Bruto (PIB), superando incluso los presupuestos estatales en algunos casos. Estos ingresos son utilizados principalmente para consumo básico: comida, vivienda, salud y educación.
Impuesto a las remesas en EEUU
El Congreso de Estados Unidos aprobó recientemente un impuesto del 1 % a las remesas enviadas en efectivo. Aunque se trata de una versión más reducida del impuesto originalmente propuesto por la administración Trump, que buscaba una tasa del 5% sigue representando una carga adicional para los migrantes.
Por cada 1.000 dólares enviados, se descontarán 10, lo cual podría significar un gasto extra de hasta 415 millones de dólares anuales solo para Guatemala.

El nuevo tributo solo aplica a transferencias hechas en efectivo o mediante instrumentos financieros físicos, como cheques de caja. Quienes usen servicios electrónicos como transferencias bancarias o aplicaciones digitales, no estarán sujetos al cobro.
La medida podría afectar principalmente a migrantes indocumentados o recién llegados que no tienen acceso al sistema bancario formal, obligándolos a recurrir a intermediarios o pagar comisiones más altas.