El presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el hondureño Dante Mossi, agradeció por los años que le permitieron estar al frente del organismo regional, luego de confirmar este lunes que la junta de gobernadores de los países miembros de este decidiera la semana pasada no reelegirlo en el cargo.
“No queda más que dar gracias por los años de servicio prestados y finalizar nuestro período con los proyectos que están en proceso”, dijo Mossi, a quien muchos críticos llegaron a bautizar como “el banquero de Daniel Ortega”, porque a pesar de las múltiples violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura de Nicaragua, el funcionario del BCIE abogada por créditos para el régimen.
“Por una propuesta conjunta de los países fundadores que representan el 51% de las acciones del banco, y con el respaldo del resto de socios, se decidió convocar a concurso para elegir un nuevo presidente”, explicó.
El hondureño, al frente del Banco desde diciembre de 2018, convocó a una conferencia de prensa este lunes 15 de mayo, en la que rindió cuenta sobre los resultados de la Asamblea General del BCIE celebrada en República Dominicana, pero la atención estuvo centrada en su no reelección.
“La geopolítica siempre tiende a jugar, de una manera u otra, son elementos que obviamente están fuera de nuestro control. Yo tomo decisiones de esa asamblea, que obviamente tuvo consideraciones que tomar”, dijo luego de ser preguntado sobre qué afectó para que no continuara en el cargo.
El rechazo a Mossi es considerado como “una derrota para la dictadura nicaragüense”, porque varios países consideran que un organismo regional de ese calibre debe velar no solo por lo financiero, sino también tomar en cuenta los contextos político-sociales que viven los países a los que decide ayudar.
El hondureño fue en varias ocasiones un salvavidas financiero para la dictadura de Nicaragua, que obtuvo créditos cuando muchos señalaban lo inconveniente de otorgarlos por la represión que mantiene contra los ciudadanos.
De hecho, Mossi se retira del BCIE y deja encaminados millonarias ayudas para el régimen de Ortega.
El presidente ejecutivo ha dicho que acompañará a la institución en la transición hasta la elección de su sustituto.
“Dejamos un banco fortalecido, cercano a nuestros socios y que comunica lo que hace. Nuestro período estuvo marcado por una pandemia que desafió nuestra respuesta a fenómenos de este tipo que necesitan agilidad”, explicó en su despedida.