Pollo Campero: ¿Guatemalteco o salvadoreño? La divertida “controversia” entre un presidente y un empresario

Está claro que el popular pollo frito es guatemalteco, aunque los salvadoreños juren que sus orígenes está en su país. Juan José Gutiérrez, responsable del área de alimentos de Corporación Multi Inversiones propietaria de Campero, no solo bromeó con ese añejo “dilema” sino que también fustigó a la izquierda por “atentar” contra los países y aplaudió a El Salvador por sus logros.

En un reciente encuentro con empresarios latinoamericanos, una conversación sobre el origen del icónico Pollo Campero se convirtió en el centro de bromas entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el presidente de Corporación Multi Inversiones (CMI), Juan José Gutiérrez M.

Durante la charla, los 2 líderes discutieron, con humor, la nacionalidad de la famosa cadena de comida rápida que ha conquistado tanto a guatemaltecos como a salvadoreños.

En un momento clave, Gutiérrez, quien es guatemalteco, expresó con una sonrisa: 11 meses después de abrir en Guatemala abrimos en El Salvador, comentó Gutiérrez, a lo que Bukele,ñ rápidamente respondió: “¿No fue al revés?”.

Aunque Gutiérrez insistió que desde sus inicios en Guatemala en 1920, la compañía puso un pie en El Salvador a finales de los años 60 y desde entonces se consideraba “salvadoreña”, la conversación continuó en tono amistoso, con ambos haciendo un guiño a la relación estrecha entre los 2 países.

La anécdota sobre la expansión de Pollo Campero es rica en historia.

La marca abrió su primer restaurante en El Salvador en 1972 y desde entonces ha sido parte integral de la vida cotidiana de ambos países.

Gutiérrez, en tono reflexivo, añadió: “Desde ese día somos tan guatemaltecos como tú, tan salvadoreños como tú”. Recordando uno de los antiguos eslóganes de la marca, ambos coincidieron en la importancia de la empresa para la economía de El Salvador.

Pollo Campero, la cadena de restaurantes de pollo más importante de Centroamérica, también se ha expandido en EEUU.

Con más de 9,000 empleados en El Salvador, el impacto de Pollo Campero y CMI en la región es innegable.

Gutiérrez destacó la transformación positiva que ha vivido el país desde su llegada, y agregó que en comparación con Guatemala y Honduras, las condiciones para la producción en El Salvador son mucho más favorables, gracias a políticas que han logrado impulsar el crecimiento económico.

“Lástima que hay fronteras”, lamentó, refiriéndose a las dificultades que enfrentan otras naciones de la región.

La conversación derivó hacia un tema más serio cuando Gutiérrez, reflexionando sobre la situación política en Centroamérica, mencionó: “La izquierda en nuestros países está 24/7 trabajando en la narrativa y tratando de llegar al poder, mientras que la derecha está aquí trabajando y produciendo”.

Enfatizó la importancia de la política económica sobre la tradicional, que según él está “podrida” y no puede conducir a ningún lugar.

Para Gutiérrez, la clave del éxito de El Salvador radica en su liderazgo empresarial: “El gran secreto de El Salvador es que ahora lo dirige un empresario”.

El evento también fue testigo de la discusión sobre el éxito económico de El Salvador, destacando que la economía del país creció orgánicamente en 18 meses, impulsada por un “electroshock económico” que ha transformado la nación.

De esta manera, el encuentro no solo sirvió para discutir el origen de una de las marcas más queridas de Centroamérica, sino también para reflexionar sobre el camino hacia el progreso económico y político en la región.

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