Ropa, calzado, arreglos florales de plástico, cosméticos, productos para el hogar, joyería barata… todo se encuentra en un nuevo modelo de negocios naciente en el centro histórico de San Salvador que ha desplazado a los tradicionales comercios: las tiendas chinas.
Ubicados en calles céntricas del corazón de la capital salvadoreña, estos negocios han aprovechado la transformación del centro histórico liderada por la alcaldía de San Salvador Centro, iniciada cuando el presidente Nayib Bukele era edil de dicho municipio entre 2015 y 2018.
La transformación es notoria: se ha reducido al mínimo la venta ambulante, que antes era el corazón del movimiento de la capital donde los salvadoreños encontraban de todo, así como se han desplazado a negocios que no se ajustan al modelo, como venta de ropa usada en las principales arterias intervenidas.
La venta de productos chinos ya era fuerte en el mercado salvadoreño, pero los comercios eran administrados por salvadoreños. Ahora el jefe es un chino, que controla desde la caja registradora y poco interactúa con los compradores.
Algunas de las tiendas chinas se han instalado en edificios emblemáticos, como en la reconocida calle Rubén Darío, que en el siglo pasado era la sensación para la sociedad salvadoreña porque reunía grandes almacenes. Otras tienen vista hacia la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES), construida con $54 millones de la cooperación de China.
Atraídos por curiosidad, los precios o simplemente buscando un lugar con aire acondicionado en medio del abrasador calor, los salvadoreños ingresan a estas tiendas donde compraban aretes de $0.50 a electrodomésticos -como ventiladores o limpiadores- por arriba de los $20.
Escasa inversión china
Sin embargo, el apogeo de estos negocios no se refleja como un surgimiento de la inversión china en El Salvador. De hecho, apenas representó un 0.4 % del total que recibió el país centroamericano en todo 2024, marginal frente a lo que recibe de sus principales socios comerciales de Centroamérica o Europa.
El Salvador estableció relaciones diplomáticas con el gigante asiático en 2018, pero el Banco Central de Reserva (BCR) registró el primer ingreso de inversión extranjera directa (IED) neta de China en el primer trimestre de 2020.
De acuerdo con el registro, la inversión china sumó $2.63 millones en 2024. Entre el primer trimestre de 2020 y el cuatro trimestre de 2024, El Salvador recibió $14.58 millones, pero el BCR documentó la salida de $11.49 millones, por lo cual solo quedaron $3.09 millones.
China, en cambio, es el segundo proveedor más importante para el mercado salvadoreño, aún sin contar con un tratado de comercio que el gobierno de Bukele comenzó a negociar oficialmente en 2024.
En 2024, la “fábrica del mundo” envió al mercado salvadoreño mercadería valorada en más de $2,731.7 millones, un 17.1 % del total y solo superado por Estados Unidos. Sin embargo, en exportaciones, apenas compró $52.8 millones, un 0.8 % de la canasta comercial y se colocó en el noveno puesto.