El cierre de la planta de ensamblaje de chips de Intel en Costa Rica, anunciado recientemente por la multinacional, ha generado una fuerte reacción por parte del expresidente José María Figueres, quien calificó la decisión como una “llamada de atención” sobre los graves problemas de competitividad que enfrenta el país.
En un video publicado en sus redes sociales, Figueres —quien gobernó entre 1994 y 1998, periodo en el que Intel se instaló por primera vez en Costa Rica— lamentó el traslado de operaciones hacia Malasia y Vietnam, y subrayó que si bien existen factores globales que influyen en esta decisión, también hay causas locales que no pueden ignorarse.
“El anuncio de Intel es una alerta que no podemos ignorar”, dijo Figueres, y explicó que Costa Rica arrastra desde hace años una educación en crisis, una infraestructura obsoleta y una creciente inseguridad ciudadana. Además, criticó que el país es “el único en el continente que ha revaluado su moneda en un 30 %, lo cual ha golpeado duramente a los exportadores y al sector turismo”.
El exmandatario recalcó que la economía costarricense crece por debajo de su potencial, y que el mercado laboral no está generando suficientes empleos para sostener un desarrollo equilibrado.

Pese al cierre de la planta de ensamblaje de chips, Intel anunció que mantendrá 2,000 empleados en Costa Rica dentro de sus divisiones Intel Products, enfocada en servicios de ingeniería, e Intel Corporate, que ofrece servicios globales.
No obstante, la salida representa una pérdida directa de 900 empleos y pone en evidencia un debilitamiento de la atractividad del país para la inversión extranjera en el sector tecnológico.
Intel confirmó que su operación de ensamblaje se trasladará a Malasia y Vietnam, mercados con mejores condiciones logísticas, fiscales y de competitividad. La decisión se enmarca en un reordenamiento estratégico global de la compañía, pero también responde a los crecientes obstáculos que enfrentan las empresas en Costa Rica.
Figueres concluyó que el país debe hacer cambios urgentes para recuperar su posicionamiento internacional. “Debemos enfrentar estos problemas con decisión. De lo contrario, seguirán saliendo empresas como Intel, y con ellas, oportunidades para nuestra gente”, advirtió.