El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un financiamiento de $1,500 millones a Costa Rica estructurado en una Línea de Crédito Flexible (LCF), destinado para la prevención y la mitigación de crisis con historiales económicos sólidos.
“Los sólidos fundamentos y marcos de políticas institucionales de Costa Rica, su sólida trayectoria en la implementación de políticas sólidas y su compromiso continuo de mantener dichas políticas en el futuro justifican la transición a un acuerdo de LCF”, señaló el FMI.
El multilateral con sede en Washington recordó que Costa Rica ha tenido una “estrecha relación” a través de varias operaciones. En 2020 recibió apoyo del Instrumento de Financiamiento Rápido, en 2021 un Mecanismo Ampliado del Fondo (SAF), y en 2022 un Mecanismo para la Resiliencia y la Sostenibilidad (MSR).
“Este acuerdo busca transmitir una señal clara de la calidad de las sólidas políticas y marcos institucionales del país”, sumó el Fondo, al tiempo que explicó que dicha línea de crédito no tiene condiciones como el resto de programas de financiamiento que están sujetos al cumplimiento de los objetivos para avalar los desembolsos.
Para las autoridades de Costa Rica, el acuerdo podría considerarse precautorio y un acceso a financiamiento anticipado ante posibles choques económicos externos.
Kenji Okamur, director general adjunto y presidente interino del FMI, destacó un “impresionante historial” de reformas que impulsan el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en Costa Rica, así como la reducción de la deuda pública y la pobreza.
“Las autoridades pretenden tratar el acuerdo FCL como una medida de precaución y considerarían solicitar un acceso reducido en el futuro si los riesgos externos disminuyeran”, cita un comunicado a Okamur.
Según el FMI, las autoridades de Costa Rica se han comprometido a mantener sus sólidas políticas y marcos, con prioridad en la reducción de la deuda pública y consolidación de la independencia del banco central.
Dicho acuerdo fortalecerá las reservas internacionales y brindará protección contra los riesgos externos a la baja.
“Los riesgos a la baja incluyen un aumento prolongado de la incertidumbre global, una desaceleración del crecimiento en los principales socios comerciales, condiciones financieras globales más restrictivas y un aumento en los precios del petróleo”, indicó el Fondo.
El Fondo Monetario prevé que la economía costarricense crezca un 3.4 % este año, la tercera de mayor dinamismo en Centroamérica y solo superada por Guatemala (4.1 %) y Panamá (4 %).