El candidato presidencial por el Partido Liberal de Honduras, Salvador Nasralla, proyectó este martes que su candidatura alcanzará al menos 1.9 millones de votos en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, superando con amplio margen —según él— a sus principales contendientes: Nasry Asfura, del Partido Nacional, y Rixi Moncada, del oficialista Libertad y Refundación (Libre).
Durante declaraciones en una entrevista a Radio América, Nasralla aseguró que de los 6 millones de personas habilitadas para votar, al menos 3 millones son votantes “indiferentes” o “independientes”, un sector clave que —afirmó— se inclinará a su favor.
“¿Quién crees que puede agarrar los votos de esos tres millones? ¿Rixi Moncada? La odia hasta la madre que la parió. ¿Tito Asfura? Tampoco. La gente nacionalista sabe que Tito no va a jugar a ganar”, dijo el también exvicepresidente.
El político sostuvo que, si se suman los más de 700,000 votos que obtuvo el Partido Liberal en las primarias de marzo con los nuevos votantes que asegura atraer, su candidatura podría alcanzar los 1.9 millones de votos o incluso superarlos.
#DobleVía | Salvador Nasralla: “Del padrón de seis millones, tres millones son indiferentes y de esos tres millones quién crees que puede agarrar los votos, ¿Rixi Moncada?, la odia hasta la madre que la parió. Tito Asfura tampoco y la gente nacionalista sabe que Tito no va a… pic.twitter.com/Dvdk5wrWA7
— Radio América HN (@radioamericahn) May 13, 2025
“Por lo menos, nosotros tenemos 1.9 millones de votos, quizás más, contra un millón que puede sacar Libre robando o un millón máximo del Partido Nacional”, afirmó.
Nasralla también cuestionó la viabilidad electoral de sus contrincantes, asegurando que el Partido Nacional ha llegado a su límite de crecimiento electoral, mientras que el partido de gobierno enfrenta un fuerte desgaste.
“Dudo que el Partido Nacional entienda que no tiene ninguna posibilidad de ganar. Ellos tienen una cantidad importante de votos, 800,000 o 900,000, pero ya toparon”, expresó.
Con un tono desafiante, el candidato liberal reforzó su narrativa de representar una opción para el electorado que no se identifica con los partidos tradicionales o el oficialismo. Su discurso apunta a capitalizar el descontento ciudadano y atraer al amplio segmento de votantes indecisos de cara a unas elecciones que se perfilan como las más polarizadas de los últimos años.
Las elecciones generales de noviembre definirán no solo la Presidencia de la República, sino también la conformación del Congreso Nacional, las corporaciones municipales y el Parlamento Centroamericano.