La economía salvadoreña se aleja de los optimistas resultados registrados en 2023 y comenzó una etapa de fuerte desaceleración, advirtió la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).
El centro de pensamiento, uno de los más reconocidos en El Salvador, destacó en un informe económico que la economía muestra signos de ralentización por la caída en las exportaciones y un tenue crecimiento de las remesas, dos renglones claves en el Producto Interno Bruto (PIB).
Funde destacó que el Índice de Volumen de Actividad Económica (IVAE), una medición mensual de la dinámica productiva, registró una contracción del -0.62% en abril de 2024 en comparación con un crecimiento del 4.24 % en abril de 2023.
#ACTUALIDAD La economía salvadoreña ha mostrado signos de desaceleración en 2024. El Índice de Volumen de Actividad Económica (IVAE) revela un decrecimiento del -0.62% en abril de 2024, comparado con un crecimiento del 4.24% en abril de 2023. Este descenso se debe principalmente… pic.twitter.com/8BUy0NkIK3
— Dinero.com.sv (@dinerocomsv) July 30, 2024
La contracción del IVAE respondió principalmente a una caída en el sector de construcción, que disminuyó 16.7 % respecto al mismo mes de 2023. También hubo reducciones en los sectores de servicios profesionales y administración pública, entre 3.25 % y 3.29 %, respectivamente.
Después de casi dos años en negativo, la manufactura industrial, motor de la economía y las exportaciones, mostró un crecimiento de 0.4 %.
“Hay una caída que se experimenta desde noviembre del año pasado, que va mostrando señales de ralentización de la economía”, dijo Rommel Rodríguez, economista y autor del reporte de Funde.
Las señales de alerta se encuentran en el aire, añadió el reporte, tras recordar que las remesas familiares, fuente vital de ingresos para las familias, apenas crecieron 0.8 % en el primer semestre del año, mientras que las exportaciones acumulan una contracción de 6.7 %.
A pesar de que las exportaciones son un reflejo de la dinámica productiva, son menores a las remesas, que se destinan principalmente al consumo. El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que en el primer semestre los ingresos por las ventas al mercado exterior sumaron $3,209.4 millones, mientras que el dinero enviado por la diáspora superó los $4,052 millones.
Para el economista, si la ralentización se mantiene, el BCR deberá ajustar a la baja su pronóstico de crecimiento, que actualmente es entre 3.5 % y 4 %.
“El crecimiento podría oscilar entre su natural un 2.5 % o un 2.2 %, y en el peor de los casos volver a un 2 % o un 2.1 %, qué es lo que nos ha caracterizado en las últimas décadas”, dijo Rodríguez, tras recordar que la inflación sigue siendo un desafío.
El economista señaló que la tasa de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2024 fue de 2.2 %, inferior al 4.35 % reportado en el cuatro trimestre de 2023.
Rodríguez destacó que el gasto público ha jugado un papel crucial para sostener la economía, especialmente por la inversión pública en infraestructura. Sin embargo, el déficit fiscal es una constante preocupación, exacerbado por los altos niveles de endeudamiento del gobierno central.