Riesgo creciente de juguetes tóxicos ante masiva importación de productos chinos en Centroamérica

Baratos, pero muchas veces tóxicos. Los juguetes importados desde China tienen, con frecuencia, esos componentes que representan riesgos y hasta peligros para los consumidores.

En los últimos años, las plataformas en línea como Shein, Temu y AliExpress han ganado una enorme popularidad en América Latina, impulsadas por la promesa de productos baratos y de fácil acceso. En Centroamérica, países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica han experimentado un auge en las compras transnacionales, especialmente de juguetes, ropa y otros artículos de consumo provenientes de China. Sin embargo, este fenómeno económico viene acompañado de un peligro silencioso: la toxicidad de muchos de estos productos, especialmente los juguetes para niños.

Una amenaza para la salud infantil

Uno de los productos más preocupantes es el de los juguetes fabricados en China, que a menudo llegan a los mercados centroamericanos sin cumplir con los controles de seguridad adecuados. 

Aunque estos juguetes resultan atractivos por su bajo costo, muchos contienen sustancias peligrosas como plomo, ftalatos y bisfenol A (BPA), compuestos altamente tóxicos que representan serios riesgos para la salud de los niños.

En los almacenes chinos que han proliferado en la región, muchos juguetes son vendidos sin viñetas que detallen los materiales con los que son fabricados.

El plomo, por ejemplo, está relacionado con problemas en el desarrollo cerebral infantil y trastornos neurológicos. Los ftalatos, utilizados en plásticos para hacerlos más flexibles, son conocidos por alterar el sistema hormonal, lo que puede provocar problemas reproductivos. 

Además, el BPA, que se encuentra en muchos plásticos y resinas, ha sido vinculado a efectos adversos sobre el sistema endocrino.

“Muchos juguetes importados de China que llegan a nuestros países no cumplen con las normativas de seguridad para productos infantiles. Esto pone en riesgo la salud de nuestros niños, especialmente en un contexto donde la regulación es insuficiente”, explicó Ana María Pérez, directora del Centro de Estudios en Salud Infantil de Costa Rica.

Alerta en la región: el vacío de control

El problema no es sólo la toxicidad de los productos, sino también la falta de control sobre las importaciones. 

En países como El Salvador y Guatemala, las autoridades han comenzado a recibir denuncias de consumidores preocupados por juguetes sin etiquetas claras de origen ni advertencias de seguridad. 

En muchos casos, los juguetes no pasan por los estrictos controles aduaneros, lo que incrementa los riesgos de que productos peligrosos lleguen directamente al mercado.

En Honduras, aunque la Secretaría de Salud ha comenzado a realizar inspecciones, la avalancha de productos importados a través de plataformas en línea complica la situación. 

La presión de los productos baratos es un riesgo a largo plazo

Si bien los precios bajos de estos productos pueden ser tentadores para familias de ingresos medios y bajos, los riesgos a largo plazo son alarmantes. Los niños expuestos de manera continua a productos con niveles elevados de sustancias químicas tóxicas pueden desarrollar problemas de salud graves, como trastornos cognitivos, hormonales y respiratorios.

Muchos de los juguetes fabricados en China y que se venden masivamente en Centroamérica, contienene componentes tóxicos.

La situación en países como El Salvador y Guatemala ha obligado a las autoridades y organizaciones civiles a pedir medidas más estrictas de regulación y vigilancia, tanto en las importaciones tradicionales como en las compras por internet. 

El papel de plataformas como Shein y Temu

Las autoridades de Corea del Sur han realizado inspecciones en productos vendidos por plataformas como Shein y Temu, descubriendo niveles alarmantemente altos de sustancias químicas peligrosas. En una revisión reciente, se hallaron productos de Shein con concentraciones de ftalatos hasta 229 veces mayores de lo permitido, así como sandalias de Temu con plomo en niveles 11 veces superiores al límite seguro.

Este tipo de productos peligrosos no sólo afecta a los consumidores de Asia o Europa, sino que también tiene implicaciones serias para América Latina. 

Con el creciente uso de estas plataformas en la región, se corre el riesgo de que más juguetes y productos de consumo masivo lleguen sin las debidas inspecciones, poniendo en peligro la salud de miles de niños.

“Estos productos baratos pueden ser una falsa economía. Si bien su precio puede ser bajo, el costo para la salud puede ser altísimo. Es urgente que se establezcan regulaciones más estrictas para los productos que llegan a nuestra región,” afirma Mariela González, especialista en seguridad de productos de la Fundación de Protección al Consumidor en México.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Frente a este panorama, algunos países centroamericanos están tomando medidas. Las autoridades han comenzado a reforzar los controles sobre las importaciones, promoviendo campañas de concienciación sobre los riesgos de los juguetes tóxicos y exigiendo a los comerciantes en línea que provean información detallada sobre la composición de sus productos. 

Sin embargo, estos esfuerzos aún son insuficientes para frenar la creciente demanda de productos baratos provenientes de China.

En respuesta a las investigaciones en Corea del Sur, Shein y Temu han prometido mejorar sus controles de calidad y eliminar los productos contaminados de sus plataformas. 

No obstante, estas medidas aún no garantizan la total seguridad de los consumidores, especialmente en países con regulaciones más débiles.

 

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