Nicaragua y El Salvador concentran más del 60% del poder presidencial en la región, revela informe

Centroamérica atraviesa un retroceso democrático sin precedentes desde los conflictos armados de los años 80. Un informe regional advierte que la concentración de poder en las presidencias y los ataques a la libertad de expresión son las principales señales de este deterioro.

El informe se refiere a la concentración de poder y destaca al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

El Séptimo Informe Estado de la Región 2024-2025, elaborado por el Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica, señala que Nicaragua y El Salvador son los países con mayor concentración de poder presidencial, superando niveles históricos. La investigación advierte que la región combina democracias plenas, regímenes híbridos y autocracias. Esto genera un panorama político inestable.

Según el documento, el debilitamiento del Poder Judicial y el hostigamiento a la prensa independiente son los indicadores más graves. Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador se ubican en los últimos puestos del Índice de Justicia Criminal 2024, entre 126 y 140 de 142 países evaluados. Esto refleja un fuerte retroceso en el respeto al debido proceso.

En El Salvador, seis de cada diez ciudadanos respaldan la figura de un “líder fuerte”, aunque no cumpla las reglas democráticas.

La libertad de prensa también enfrenta amenazas. El informe cita el caso del periodista José Rubén Zamora en Guatemala, condenado en un proceso cuestionado, y la intimidación a reporteros en la región, donde la Asociación de Periodistas de Guatemala registró que al menos 20 comunicadores salieron al exilio en 2023.

El retroceso no solo viene de los gobiernos. También proviene de la opinión pública. El estudio revela que en El Salvador, seis de cada diez ciudadanos respaldan la figura de un “líder fuerte”, aunque no cumpla las reglas democráticas. En República Dominicana y Nicaragua, el apoyo a estas prácticas llega al 42 %. Mientras tanto, en Costa Rica y Panamá ronda el 39 %.

El estudio destaca que en Guatemala hay una “democracia híbrida”.

En el caso de Guatemala, el informe califica al país como una “democracia híbrida”, donde persisten las formalidades democráticas, pero el ejercicio del poder tiene rasgos autoritarios. El Ministerio Público y el sistema judicial, según el análisis, han sido utilizados para perseguir a opositores y restringir libertades.

El informe concluye que Centroamérica enfrenta su peor crisis política en cuatro décadas, con regímenes cada vez más alejados de la rendición de cuentas y con ciudadanos divididos entre defender la democracia o apostar por modelos autoritarios.

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