Migración centroamericana se mantiene pero es opacada por la de otros países, dice Diálogo Interamericano

El centro de pensamientos señala que Nicaragua es un “puente” de migración, mientras que la población salvadoreña sigue saliendo a pesar de las polémicas medidas de seguridad.

La migración centroamericana y mexicana y no está disminuyendo, sino que se han disparado las llegadas de otras nacionalidades a la frontera sur de Estados Unidos, advirtió el Diálogo Interamericano.

Los centroamericanos siguen abandonando sus países de origen en “grandes cantidades” y representan un 2 % del total de migrantes que buscan ingresar sin documentos a Estados Unidos.  

La composición demográfica también ha cambiado de un hombre a grupos familiares y menores de edad no acompañados. 

“Cada año abandonan más niños que el incremento anual de matriculación en la escuela secundaria en Centroamérica”, señala la organización.

Detrás de cada persona que decide salir de su país están las crisis políticas, la inseguridad alimentaria, la violencia, los sistemas de protección social débiles y los desastres naturales.

De esa manera, los salvadoreños continúan migrando a pesar de las “drásticas medidas para contener el crimen” y el número de personas que han salido de El Salvador durante la Administración de Nayib Bukele es mucho mayor en relación a sus predecesores.

El centro de pensamiento indicó que, si bien la intención de migrar de los centroamericanos es de uno de cada cuatro hogares, alrededor de un 10 % de las familias termina con un miembro migrando cada año desde 2018.

Una crisis sin precedentes

El centro de pensamientos catalogó que la crisis migratoria a lo largo de América Latina no tiene precedente en la historia, ni siquiera durante las guerras civiles de 1980.

El denominador común de la migración es la inestabilidad política, que se manifiesta en crisis económicas en regímenes no democráticos como Venezuela y Haití, mientras que la expulsión de Cuba y Nicaragua es más por el hostigamiento político.

Migrantes cruzando el Darién, en Panamá, la peligrosa selva donde abundan los peligros naturales, los traficantes, delincuentes y abusadores sexuales.

Diálogo Interamericano cita que más de 7.5 millones de migrantes sin documentos llegaron a la frontera entre Estados Unidos con México entre enero de 2021 y septiembre de 2023, la cifra más alta en la historia y el doble que cualquier otro año desde 1990.

“Los aumentos sostenidos de los últimos dos años son excepcionales dado que el flujo migratorio a Estados Unidos en 2019 ya era grande: casi un millón. Esto significa que en 2020 los encuentros aumentaron de 1,700 a 7,800 llegadas diarias”, señala el centro en un análisis.

En América Latina y el Caribe también hay una migración interna de 10 millones de personas este 2023, sobre todo de venezolanos que huyen del régimen de Nicolás Maduro.

México, Panamá, Costa Rica, Colombia, República Dominicana y Chile son catalogados como países de tránsito o de acogida, donde se queda un 20 % de los migrantes. En tanto, Nicaragua actúa más como “puente” para el cruce de ciudadanos procedentes de Haití, Cuba, Venezuela, Rusia, Ucrania y Birmania, quienes son los que más buscan refugio en EEUU.

El aeropuerto de Managua recibió más de 260 vuelos con 30,000 haitianos entre agosto y octubre, quienes representan un 60 % del total de llegadas de estos ciudadanos en la frontera sur de Estados Unidos. Además, esta terminal aérea recibe en promedio 50 naves mensuales procedentes de La Habana, donde habían viajado 5,700 cubanos cada mes, un 40 % de quienes buscaron refugio en Estados Unidos.

Exit mobile version