El exministro de Comunicaciones Alejandro Sinibaldi y el excandidato presidencial Manuel Baldizón pasaron de ser los actores corruptos de la historia a ser querellantes en el proceso judicial que investiga al exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval.
Esta decisión, tomada por el Juzgado Quinto de Primera Instancia Penal, les otorga el estatus de víctimas y acusadores en un caso que los señala por haber recibido sobornos de la constructora brasileña.
Ambos políticos enfrentaron acusaciones de haber recibido millonarios sobornos de Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa en la obtención de contratos estatales.
“Los dos sujetos que recibieron alrededor de US$20 millones en sobornos son ahora las víctimas”, escribió Sandoval en la red social X, al conocer la decisión judicial. Sandoval ha tenido que exiliarse por la persecución emprendida.
Según las investigaciones, la fiscalía había recopilado testimonios de directivos de la constructora para sustentar su caso; sin embargo, estos acuerdos de colaboración fueron anulados a petición de Sinibaldi, quien argumentó que se habían producido “múltiples ilegalidades”.
La anulación de estos testimonios permitió que Sinibaldi y Baldizón iniciaran un proceso judicial en contra de los investigadores, incluidos Juan Francisco Sandoval, Siomara Sosa y Amy Girón.
Mientras esto sucedía, ambos políticos fueron exonerados del caso Odebrecht, y los testimonios de los ejecutivos brasileños fueron dejados sin efecto.
Ahora, tras la decisión de la jueza Judith Secaida, Sinibaldi y Baldizón podrán participar activamente en el proceso penal contra los exfiscales.
Esto incluye la posibilidad de solicitar diligencias, presentar pruebas y colaborar con el Ministerio Público en la acusación que se desarrolle en este expediente.
Los testimonios de los directivos de Odebrecht revelaron que Sinibaldi habría recibido $11.64 millones por la adjudicación de un proyecto para mejorar la carretera CA-2 Occidente, mientras que Baldizón habría obtenido $1.36 millones a través de Sinibaldi, quien le mencionó a la constructora que Baldizón tenía aspiraciones presidenciales.