Miles de hondureños llenan las filas en Tegucigalpa y San Pedro Sula para obtener el Documento Nacional de Identificación (DNI) que les permitirá votar, mientras la institución pretende repartir al menos 7,000 documentos adicionales en 48 horas.
Las imágenes hablan por sí solas: filas que rodean manzanas completas, madrugones, personas mayores esperando de pie y ciudadanos temerosos de quedarse sin votar. El RNP enfrenta una demanda extraordinaria a solo horas del proceso electoral.
La mayoría de quienes acuden lo hacen para tramitar reposición del DNI, documentos solicitados apenas un día antes o extraviados a último momento. El flujo aumentó drásticamente el jueves y viernes, generando uno de los picos más altos previos a unas elecciones en los últimos años.
Ante el colapso, la institución habilitó horarios extendidos y anunció atención también el sábado 29, de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. (una hora más para Panamá). Las autoridades aseguran que “nadie se quedará sin reclamar su identidad”, aunque reconocen que trabajan “a contrarreloj” para responder a la presión.

El RNP estima que entre viernes y sábado logrará entregar unas 7,000 cédulas solo en Tegucigalpa, cifra que podría aumentar si continúan las filas masivas. En San Pedro Sula, la situación es similar: pasillos, ventanillas e instalaciones completamente abarrotadas.

La institución sostiene que cuenta con personal capacitado para orientar a los ciudadanos y agilizar las entregas. Pero la alta demanda ha generado críticas: usuarios denuncian largas esperas, procesos lentos y falta de previsión a días de los comicios.
Con el tiempo encima, la entrega del DNI se volvió la última barrera para miles de hondureños que quieren emitir su voto este 30 de noviembre.







