Giammattei señala en la OEA a Bernardo Arévalo por “desmán” de protestas y arremete contra EEUU

El presidente saliente de Guatemala llegó ante el Consejo Permanente a lavarse las manos y dijo que en el intento de golpe de estado lo acusaron “injustamente” de estar detrás de este y hasta defendió a los diputados sancionados por el gobierno estadounidense.

El presidente saliente de Guatemala, Alejandro Giammattei, responsabilizó a su sucesor, Bernardo Arévalo, ante la OEA de ser responsable en parte por las protestas que durante octubre paralizaron al país y dejaron más de $1,000 millones en pérdidas.

“Sería un error histórico no consignar la responsabilidad del presidente electo Bernardo Arévalo, quien llamó a manifestarse contra la autoridades del sistema judicial, además de negarse a participar y promover el diálogo y la negociación pacífica de las diferencias”, dijo el gobernante ante el Consejo Permanente de la OEA en Washington.

Giammattei, quien dijo que la postura de su gobierno siempre fue la de buscar el beneficio de la nación, dijo que los reclamos impulsados por quienes decidieron apoyar a Arévalo, no solo dejaron millonarias pérdidas sino también fueron aprovechados por delincuentes para exotrsionar y afectar garantías fundamentales de la ciudadanía, como la de movilidad, seguridad, trabajo y hasta alimentación. 

Dijo que en su país se respeta la separación de poderes y que no tuvo injerencia en otras instituciones, defendió el retiro de la inmunidad de los magistrados electorales por parte del Congreso y dijo que no tuvo ninguna participación en esas medidas que han sido fuertemente criticadas por políticos, gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales.

Criticó, además, la “injerencia internacional” en medio de la crisis.

“No pueden cometer el error de prejuzgar y hablar de los temas internos de cada país, descuidando la atención que merecen urgentemente los problemas hemisféricos”, añadió, en señalamiento a las criticas que recibió de parte de la comunidad internacional.

Incluso dijo que quienes le cuestionario, se dejaron llevar por “engaños y tretas con un supuesto golpe de estado que no puede ocurrir contra alguien que no ostenta el poder.

Y hasta defendió a los diputados del Congreso a quienes Estados Unidos sanciónó retirándoles la visa (unos 100) y dijo que ellos solo cumplieron con su trabajo al desaforar a los magistrados electorales.

Los intentos del Ministerio Público de alterar las elecciones , incluso pidiendo su anulación, provocaron una crisis política sin precedentes recientes y en medio de la tormenta, Giammattei fue un mudo espectador. 

 

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