El Grupo de Expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre Nicaragua (GHREN) actualizó su informe anual el 22 de julio, subrayando el aumento de la represión y censura por parte del régimen de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
El informe destaca las violaciones a la libertad religiosa, de expresión, de reunión pacífica, de asociación, de nacionalidad, de circulación y de propiedad.
Los expertos del GHREN documentaron arrestos, destierros y desnacionalizaciones de sacerdotes, obispos y otros personajes destacados de la Iglesia Católica, así como el cierre de organizaciones religiosas y la confiscación de sus bienes.
“Durante la Semana Santa de 2023, se prohibieron manifestaciones católicas en todo el país, afectando al menos 3,176 procesiones y más de 3 millones de personas”, señala el informe.
El informe subraya que entre los crímenes de lesa humanidad cometidos contra miembros de la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas, opositores o percibidos como tales, se incluyen encarcelación, tortura, deportación y persecución por motivos políticos.
El GHREN también denunció el arresto, destierro y desnacionalización de periodistas, así como el cierre y confiscación de medios de comunicación. “Estas deportaciones constituyen persecución como crimen de lesa humanidad”, afirman los expertos.
En cuanto a las confiscaciones masivas, el grupo determinó que “no se realizaron conforme a un procedimiento legalmente establecido, las personas afectadas no pudieron interponer un recurso y no recibieron indemnización adecuada”.
Los expertos indican que los hallazgos permiten identificar a personas y grupos que cometieron violaciones graves de derechos humanos, algunas de las cuales constituyen crímenes de lesa humanidad. Estas violaciones dan lugar a la responsabilidad penal individual bajo el derecho internacional penal o conforme a la legislación nicaragüense.
El informe podría servir como evidencia en un posible juicio penal internacional contra Daniel Ortega, Rosario Murillo y sus funcionarios, responsabilizándolos directamente de estos crímenes.