En una carta abierta titulada “1° de Mayo: La hipocresía convertida en espectáculo”, la directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, denunció este jueves lo que calificó como una puesta en escena cínica por parte de la clase política hondureña en la conmemoración del Día Internacional del Trabajo.
El documento, publicado coincidiendo con las marchas y actos oficiales, no escatima en críticas al retratar una profunda desconexión entre los discursos de los dirigentes políticos y la realidad que enfrentan millones de trabajadores en el país.
“Los mismos políticos que han convertido el sudor del obrero en moneda de cambio subirán a las tarimas para soltar discursos sobre ‘dignidad y trabajo’, mientras los verdaderos trabajadores apenas sobreviven”, señala Castellanos en uno de los pasajes más contundentes.
Crítica directa a la clase dirigente
Castellanos acusa a los dirigentes de actuar como si el 1 de Mayo fuera una plataforma electoral, más que una jornada de reivindicación laboral.
Carta Ciudadana
1* de Mayo: La hipocresía convertida es espectáculo. pic.twitter.com/aAZOCG5y0x
— Gabriela Castellanos (@GCastellanosL) May 1, 2025
“Los veremos sonreír para la selfi en los actos oficiales, mientras el verdadero trabajador sigue picando piedra en la cantera invisible de la explotación”, dice, cuestionando la autenticidad de quienes “se visten de rojo y cantan La Internacional frente a las cámaras”.
La carta también arremete contra la relación entre el poder político y económico, al denunciar que muchas decisiones legislativas se toman en beneficio de las élites patronales, en detrimento de los derechos laborales. Asimismo, lanza una crítica frontal a ciertos sindicatos que —según ella— han perdido su carácter combativo y actúan como “apéndices del poder”.
Una radiografía de la precariedad
El texto ofrece una descripción cruda de la situación actual del trabajador hondureño: bajos salarios, inflación galopante, escaso acceso a servicios básicos como salud y educación, migración forzada de jóvenes, y falta de oportunidades laborales. Castellanos lamenta que en Honduras “está prohibido que un trabajador se enferme, porque no hay medicina en los hospitales”.
“El obrero no necesita discursos. Necesita salarios que le permitan vivir, no sobrevivir”, concluye la carta.
Más que una celebración, Castellanos propone que el Primero de Mayo se convierta en una jornada de denuncia y resistencia: “Una fecha para recordar que la lucha no está en las pancartas de cartón, sino en la huelga que se reprime, en el derecho que no se concede, en los estatutos que se violan”.
La misiva ha comenzado a circular ampliamente en redes sociales, generando reacciones tanto de apoyo como de incomodidad en diversos sectores políticos. Mientras algunos la han aplaudido como un ejercicio de valentía y conciencia ciudadana, otros han cuestionado su tono crítico en medio de un contexto de alta tensión social y económica.
Con esta carta, Gabriela Castellanos no solo cuestiona la narrativa oficial del Primero de Mayo, sino que vuelve a posicionarse como una voz incisiva del país en materia de derechos ciudadanos y combate a la corrupción.