Asesinato de cabecilla de pandillas en Guatemala sería venganza entre células del Barrio 18

El homicidio de un jefe pandillero dentro de una iglesia evangélica podría ser parte de una cadena de venganzas entre mareros, por “negocios no autorizados” y otros crímen

Josué Alberto Mendoza Zente, apodado el Smoking, fue asesinado dentro de una iglesia evangélica en San Francisco Zapotitlán, Suchitepéquez, Guatemala, en lo que los investigadores dicen fue un ajuste de cuentas entre pandilleros.

Un asesinato del pandillero apodado Smoking el domingo pasado mientras asistía a una iglesia evangélica en San Francisco Zapotitlán, Suchitepéquez, Guatemala, podría estar vinculado a la reciente muerte de 3 jefes de la clica Little Psycho Criminal, perteneciente al Barrio 18.

Josué Alberto Mendoza Zente, el nombre de la víctima y propietario de taxis no autorizados que operaban en diversas colonias de Mixco, como Carolingia, Belén y San Ignacio, estaba detrás de los delitos de extorsión de pilotos de buses que cubrían rutas hacia Antigua Guatemala y comerciantes en la zona 6 de Mixco.

Los investigadores informaron que, a pesar de su destierro de la clica por orden de extorsiones y crímenes no consultados con los jefes del Barrio 18, Mendoza mantuvo el control de varias colonias en las zonas 6 y 7. Su destierro se acentuó tras el asesinato de uno de sus hijos como represalia. 

Mendoza había escapado del sector 11 del Preventivo para Varones en 2016, y continuó operando desde Tapachula, Chiapas, México, hasta mudarse hace tres meses a San Francisco Zapotitlán, donde asistía a la iglesia “Casa del Alfarero”.

La PNC reporta que Mendoza acumulaba 22 antecedentes penales y 4 órdenes de aprehensión por delitos como asesinato y extorsión. 

La situación se complicó cuando empezó a operar taxis en territorios donde otros pandilleros también competían, lo que intensificó las tensiones entre ellos. 

Según Prensa Libre, un agente policial destacó que  Smoking estaba operando de forma clandestina, lo que generó rivalidades dentro de su propia clica.

El asesinato de Mendoza se produce en un contexto de violencia creciente dentro de las pandillas guatemaltecas, donde la lucha por el control de territorios y actividades ilegales sigue siendo un problema persistente. 

Su socio, Gustavo Adolfo Pirir García, conocido como  Hammer, había fallecido el 1 de octubre, lo que también pudo haber influido en el clima de conflicto interno.

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